Un hermoso pueblo rodeado de cerros, entre abundante vegetación, cafetales, flores, cascadas e historia, así es el sitio que desde el 2011 fue declarado Pueblo Mágico de Veracruz.
Son más de 400 años de su fundación por uno de los pueblos indígenas que más aportes han dado a la entidad, los totonacas, y donde el tiempo parece haberse detenido para conservar su inigualable esencia.
¿Cuál es el pueblo de Veracruz donde el tiempo parece que se detuvo?
La voz náhuatl Xico-chimal-co quiere decir “en el escudo de las abejas”, “en donde hay panales de cera amarilla” o “el nido de los xicotes”. El antiguo Xico-chimal-co es lo que conocemos hoy como Xico, un pueblo que guarda en cada calle y edificio el calor de su gente y que conserva sus tradiciones como ninguno.
Xico se fundó en el siglo XIV, naciendo durante la época prehispánica cuando los totonacas levantaron este sitio, al noroeste de donde se ubica actualmente, a la orilla del río Hueyapan, por donde Hernán Cortés pasó en su camino a la Gran Tenochtitlán.
En el Pueblo Mágico de Xico el tiempo parece haberse detenido, porque sus habitantes no han olvidado seguir viviendo sus tradiciones y costumbres, mismas que conservan desde hace muchos años atrás. Fiel a su herencia, en este cálido pueblo sus casas coloniales y calles empedradas son uno de sus principales atractivos para los visitantes.
Es por esas calles que hasta el día de hoy se pueden observar a los llamados burreros, personas dedicadas a la venta de leche bronca, la cual comercian al traerla recién ordeñada en las características perolas. Aunque en las ciudades el consumo de leche bronca ya no es tan común, en este bello lugar aún es parte de la dieta diaria.
Actualmente las tortillas que consumimos son en su mayoría las que se elaboran en máquinas, las conocidas “tortillas de máquina”, que aunque fueron una invención importante para las amas de casa y comercios, nadie puede dudar que las mejores son las hechas a mano. En Xico aún predominan los hogares donde cada día se consumen tortillas hechas a mano, cocidas en comal, como las abuelitas las hacían.
Las cazuelas son estrella en la cocina mexicana, pero es en Xico donde sus guisos adquieren, no solo por la sazón, el exquisito sabor que a todos nos enamora. Ya sea en un fogón o en la estufa, el solo usar las cazuelas le da ese toque que nos remonta a aquellos años donde los olores de las comidas impregnaban las casas y los alrededores con las recetas de cada familia.
Fiestas de Xico, Veracruz
Con mucha fe, cada año este Pueblo Mágico se llena con adornos, imágenes, flores y sus emblemáticos banderines de colores que visten sus calles para anunciar que la fiesta está por comenzar. La devoción de la población xiqueña no se ha perdido con el paso de los años, pues vivir su celebración patronal es sentir que el tiempo no ha pasado por ahí.
Santa María Magdalena es la patrona de Xico, y en el mes de julio se realiza la tradicional fiesta en su honor, donde los arcos florales, hechos por sus artesanos, en la Parroquia se pueden ver a metros desde su calle principal, además sus tapetes de colores embellecen y asombran a las cientos de personas que llegan.
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La Xiqueñada es el evento principal, y es aquí donde locales y visitantes se divierten para terminar bailando en sus calles y en la explanada de su parque. Danza de Tocotines, es un grupo de danzantes que frente a la parroquia menean sus manos y pies para representar cómo es que los españoles conquistaron estas tierras a través de 24 sones acompañados del violín y la vihuela, una tradición con más de 200 años.
¿Qué se puede disfrutar en Xico, Veracruz?
Mientras Coatepec o Xalapa van creciendo y convirtiéndose en grandes zonas urbanas, Xico no deja que su memoria ancestral se pierda. Favorecido de un clima templado y húmedo, situado en las faldas del Cofre de Perote y rodeado de un paisaje entre montañas y cafetales, la gastronomía, arquitectura y sitios de este pueblo lo hacen ver como un lugar donde el tiempo parece detenerse.
En Xico se puede visitar el Museo del Danzante, el Museo del Vestido, Museo Totomoxtle, Casa Museo Hoja de Maíz y el increíble Puente de Pextlán. Además, para los amantes de la aventura, pueden visitar las cascadas de La Monja y la de Texolo, famosas en todo el país por su hermosa caída.
El Parque Independencia se encuentra cerca de la Parroquia de Santa María Magdalena, y también puedes conocer el Patio de las Palomas, así como la Plaza de los Portales.
Si el recorrido por sus casas coloniales y calles empedradas te deja hambriento, los platillos que se cocinan con la mejor sazón te van a hacer suspirar. No puedes irte sin probar sus tradicionales enmoladas o enchiladas con mole xiqueño, chiles rellenos, pan hecho en horno de leña, pan de huevo y su receta típica, el xonequi.
Pero si lo que buscas es probar algo dulce y “fuerte”, sus licores son lo más recomendado. El vino de mora que se elabora en Xico es famoso por su sabor y las maneras en que puede ser usado. Ya sea una copa o combinado para hacer una bebida refrescante. Si se combina con cerveza para hacer la Morichela, no dejando de lado que puede usarse para marinar carnes.
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Las manos xiqueñas elaboran deliciosos licores de arándano y tamarindo, siendo la tradicional Morita el que más fama tiene. Si lo que buscas es algo más cremoso, el torito de cacahuate y Morita te van a encantar, quieres algo novedoso, el verde, una infusión compuesta por hinojo, toronjil, cedrón, zacate limón, anís del campo, cascarita de lima, limón y manzanilla podría gustarte.
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