Las personas que compran especies exóticas como serpientes deben primero informarse sobre el hábitat del animal para emular su clima en cautiverio, dijo el biólogo Pablo Cobos Mejía, encargado del departamento de Fauna de la Fundación de la Universidad Veracruzana.
Explicó que esto es necesario para que la especie no sufra, esté tranquila y pueda tener larga vida con una salud óptima.
Entrevistado durante el octavo Curso de Manejo de reptiles venenosos y no venenosos en la Facultad de Biología UV, enfatizó que también la población debe estar atenta a los sitios donde adquiere sus especies.
“Nosotros no estamos en contra de la compra de mascotas sino que las personas se informen para que sean legales, yantes de adquirir, que se informen qué tipo de clima o ambiente es donde viven para “asemejar” lo más que se pueda ese hábitat”, dijo.
Si la población descubre venta en mercados, redes sociales o en la calle de serpientes “se hace el exhorto a la población a hacer denuncias anónimas a Profepa o Semarnat y ver si esos animales son vendidos ilegalmente, ya que luego los sacan de su medio (ambiente)”.
Durante su curso explicó Pablo Cobos que en el caso de las tortugas hay que estar atentos si es semiacuática o terrestre, pues mostró una sulcata que puede vivir hasta 100 años, “es totalmente terrestre, su estructura de caparazón aguanta hasta los 38 grados y (en cautiverio) se la pasa abajo del foco, pues son del desierto de África y se alimenta de mucha fibra, ya que come cactus”.
Como dato curioso, dijo que las tortugas sí perciben la profundidad o altura de un sitio, ya que si las pones en una mesa saben “son pocas las que caen realmente; son más inteligentes que otros reptiles”.
Además la especie llamada japonesa, explicó, es dejada por personas en lagos, pero si las dejan en ríos pueden desplazar a otras especies pues “son como perros callejeros que comen lo que sea”, comentó el biólogo.
Asimismo mostró una abronia o dragón de montaña: “sus escamas son muy pronunciadas y parece que tienen escamas de serpiente; sube arbustos y rocas, no árboles grandes, aunque sus uñas son muy fuertes”, pero enfatizó a los jóvenes que no las compren y que se reporten de forma anónima a Sedema, Profepa o Semarnat.
Para finalizar recordó que el Curso de Manejo de reptiles venenosos y no venenosos se hace cada año con la intención de despejar mitos y realidades sobre este grupo de animales, infundados por una mala información de televisión o redes sociales.
“La intención es que los asistentes sepan qué serpientes o insectos son de importancia médica, cómo manipular a estos animales con fines técnicos y que sepan qué hacer en caso de hallarla en campo, qué hacer en caso de envenenamiento por un alacrán, araña, para asistir a un hospital más cercano”, expresó.
Recordó que al curso asiste todo el público en general, aunque por lo general llegan estudiantes de toda la República y ciudades como Tuxpan, Veracruz o Córdoba.