La música es parte fundamental de la cultura mexicana, sin embargo, con el paso de los años esta ha ido evolucionando. En Veracruz pasa lo mismo, de hecho mucho antes del reguetón el chuchumbé escandalizaba: te contamos la historia del son jarocho que fue prohibido por la Santa inquisición.
Así es, la música es un medio de expresión muy importante, no obstante, hace muchos años también existieron ritmos que fueron criticados e incluso se llegaban a prohibir, puesto que se pensaba que atentaban contra la moral católica y que las personas que escuchaban dichos ritmos eran ‘vulgares’.
¿Qué es el chuchumbé y cómo llegó a Veracruz?
A partir del siglo XVI personas provenientes de distintos lugares llegaron de manera masiva a la nueva España, algunos eran de Marruecos, Cabo Verde, Nigeria, Congo, entre otros.
Varias de estas personas llegaban al Puerto de Veracruz y se vendían para ser esclavos, mineros o realizar otras labores en la Ciudad de México. La mayoría de estas personas solía quedarse en las costas de Oaxaca, Guerrero y Veracruz.
Debido a lo anterior se comenzó a dar una mezcla de creencias y cultura africanas, indígenas y europeas. Al realizarse una convivencia, las personas compartían sus creencias, tradiciones y hasta la música.
De acuerdo con el arquitecto Humberto Aguirre Tinoco (Tlacotalpan 1931- D.F. 2011), quien se encargó de rescatar y difundir el son jarocho, la palabra ‘chuchumbé’ viene de la palabra africana ‘cumbe’ que quiere decir ombligo, no obstante, en las canciones originarias del año 1766, se utilizaba para referirse al ‘pene’.
Las primeras referencias del chuchumbé datan del siglo XVIII de la Nueva España, cuando los habitantes intercambiaban sus formas de bailar y cantar.
Sin embargo, la Santa Inquisición no lo vio correcto, pues afirmaba que incitaba a lo erótico, lo político e iba en contra de los valores sociales. Poco a poco se fue haciendo popular en casi toda la ciudad de Veracruz.
Aproximadamente entre el 18 de septiembre y el 27 de octubre de 1766 se recogieron varias coplas en Veracruz por parte de Fray Nicolás de Montero y se mandaron al tribunal de México, donde se decidió prohibirlas, debido a su letra y la manera en que se bailaba.
El chuchumbé se cantaba mientras cuatro mujeres bailaban con cuatro hombres, quienes se meaban, se abrazaban y juntaban barriga con barriga. Este tipo de baile también predominaba en casas de mulatos.
Con ayuda del baile antes mencionado, las mujeres solían negociar su sexualidad a cambio de dinero, por lo tanto, eran llamadas ‘prostitutas’, pues según varios testigos, algunas de estas ‘damas’ metían a su casa a soldados y comenzaba a sonar la música.
El castigo impuesto para quienes escucharan esa música era la cárcel, no obstante, con el paso de los años las sanciones se fueron terminando.
Gracias a que estas coplas se registraron de forma escrita, quedó un registro de estas y hoy en día prevalecen y forman parte de la música tradicional de México.
¿El chuchumbé existe en la actualidad?
Debido a su prohibición, el chuchumbé dejó de sonar por varios años, fue después de la Revolución de 1910 cuando los ‘intelectuales’ comenzaron a indagar sobre lo mexicano, fue allí cuando encontraron los bailes provenientes de las culturas africanas.
Después, los jarochos retomaron elementos propios del chuchumbé para inspirarse en sones y en el fandango, para grabarlos utilizaron instrumentos como la armónica, las tumbadoras, la guacharaca, entre otros.
Hoy en día incluso se han retomado letras de las canciones prohibidas para hacer fandangos, pero con ciertas modificaciones. De igual manera se adoptaron algunos pasos de baile, que actualmente forman parte importante de la identidad de los veracruzanos.
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