¿Cómo se puede definir la gastronomía veracruzana? Es imposible englobar en una sola palabra la variedad, fusiones, sabores, colores, olores y la cantidad de recetas que se han ido pasando de generación en generación, agregando y quitando ingredientes para ajustarse a cada familia y paladar.
En Xalapa encontramos su platillo representativo, la costilla de puerco en salsa de chile seco, además de sus ricos tacos de diversos guisados, tamales, pambazos y mucho más. El puerto de Veracruz tiene los incomparables volovanes, sus nieves que refrescan a sus visitantes, y el icónico café lechero.
Aunque estas dos ciudades son de las más emblemáticas por su cocina, hay una región que conserva recetas ancestrales y se siguen elaborando para deleitar a sus habitantes. Una de las elaboraciones que aún se conservan desde nuestros ancestros son los tintines, un exquisito postre totonaca que se niega a desaparecer.
¿Qué son los tintines?
Los tintines además de un sabor único están envueltos en un dilema, ¿son panes, galletas o polvorones? Cabe destacar que son parte de cada uno, pues son galletas tipo polvorón que se elaboran de masa de maíz molido, cocidos en comal, no horneados, y pueden ser degustados con café de olla, atole, té, o con la bebida que sea de tu agrado.
Estas redondas creaciones son típicas de Veracruz, especialmente en la región del Totonacapan, la cual tiene un patrimonio arqueológico y riquezas culturales que le dan fama.
Cuenta con importantes raíces, fuertes costumbres, diversos platillos típicos, manglares que muestran su gran diversidad y sin duda, la joya del lugar, la cultura totonaca que florece y se mantiene viva a través de sus artesanías, danzas, tradiciones, rituales y recetas.
Como se dijo, los tintines son típicos en esta región del norte de Veracruz, especialmente son famosos en Misantla, Vega de Alatorre, Juchique de Ferrer y Papantla. Además, son considerados postres totonacas por la cultura que se asentó en gran parte de la entidad y de donde se ha pasado la receta de generación en generación.
¿Cómo se elaboran los tintines?
Aunque la receta varía dependiendo la zona, ciudad o municipio, las preparaciones coinciden en que sus ingredientes son la masa de maíz molido, panela o piloncillo, cacahuates horneados en el comal o las brasas, anís en algunas partes y semillas de pipián o ajonjolí, según el gusto.
Para poder darle esa forma redonda como una luna, algunas personas usan una especie de plancha o aros para que sean precisos y del mismo tamaño, aunque los totonacas usaban hojas de totomoxtle, cortando tiritas de 2 a 3 centímetros de ancho que anudan por los extremos para formar un círculo.
Aunque actualmente la elaboración se ha dejado de llevar a cabo de manera tradicional, te contamos cómo es que aún se realizan algunas zonas rurales, los cuales hacen que le den un sabor y textura únicos.
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Una de las recetas ancestrales señala que se hacían con nixtamal, el cual se ponía a secar al sol y cuando estaba listo procedían a llevarlo al molino para, valga la redundancia, molerlo hasta obtener un polvo fino. Después, se molía el azúcar para que tuviera una textura similar al nixtamal y mezclarlos en un recipiente.
Actualmente, en algunas zonas de Veracruz aún muelen el nixtamal en el molino, pero hay quienes optan por usar el maíz nixtamalizado que se vende empaquetado.
Una de las recetas ancestrales para elaborar tintines es: un cuarto de maíz nixtamalizado, 50 gramos azúcar, 30 gramos de manteca. En esta preparación los tintines serán “blancos”, como coloquialmente se le dice a los que no tienen algún sabor especifico.
Cuando se tiene el maíz molido y el azúcar, se mezclan en un plato o bandeja donde se añadirá la manteca que debe estar líquida. Cuando estén los ingredientes listos, se comenzará a revolver constantemente, de manera que todo esté completamente integrado y la masa esté uniforme.
Con hojas de totomoxtle o de izote, se harán aros para crear los moldes de nuestros tintines. Deben tener un ancho de 1 cm, y el tamaño dependerá de nuestro gusto, pero la tradición indica que son más pequeños que una tortilla.
Como la masa no es sólida, debemos poner el aro en nuestra preparación y tomar una buena cantidad dentro del molde, después con la mano o una pala comenzaremos a darle golpes para que se compacte, es decir, que al sacar nuestro aro no se caiga la masa.
Cuando estén listos todos nuestros tintines, el comal donde los coceremos debe estar previamente calentado, si es en el brasero tendrá un sabor “a humo”, como se dice a las preparaciones en el fogón de leña. Ni muy frío ni caliente, pondremos en el comal cada aro con la masa, para que se cocinen lentamente, procurando darles vuelta para que no se quemen y tengan la cocción correcta.
Para saber cuándo están listos, se notará en su color entre amarillo o café, además de que se separan del molde sin esfuerzo.
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¿De qué sabores son los tintines?
Los sabores que tendrán los tintines varían en los ingredientes, pues cambiará si se añade panela, cacahuate, semilla de pipián, semillas de calabaza, ajonjolí, nueces, almendras, cachichines, coyoles, entre otros.
Además, hay quienes los elaboran “blancos” y optan por añadirles mermelada encima, chocolate, cajeta, miel y más.
¿Qué otra receta para hacer tintines conoces?