México recibió por primera vez en la historia la Reliquia de San Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles o de las causas imposibles. Este santo, después de la Virgen de Guadalupe, es el patrono al que más mexicanos le son fieles y creyentes, pues por las miles de peticiones que se le hacen y, según testimonios, ha ayudado para resolver situaciones casi imposibles.
Durante todo un año, la reliquia de San Judas Tadeo recorrerá diversos municipios de la república mexicana, siendo Veracruz uno de los estados que tendrá el honor de ser parte de esta emblemática visita. Aunque miles de devotos saben cuándo llegará esta parte sagrada de quien fue primo de Jesús a sus municipios, algunos desconocen la historia que hizo a este personaje uno de los santos más solicitados en el mundo.
Historia de San Judas Tadeo
Simón y Judas Tadeo son dos de los Apóstoles menos conocidos pese a que son dos de los primos de Jesús. Según información del Vaticano, en el caso de la historia de Judas Tadeo, en las Escrituras se deduce que Alfeo, su padre, era hermano de José; mientras que su madre era María Cleofás, prima de la Virgen, siendo este el parentesco entre Jesús y Judas Tadeo. Sobre Simón no existen certezas de su origen.
Aunque hubo dos Judas que siguieron a Jesús, el más mencionado es Iscariote por haber traicionado al hijo de Dios, pese a que Tadeo fue uno de los más fieles seguidores de Cristo. Cuando los Apóstoles salieron de Jerusalén para anunciar el Reino de Dios en tierras lejanas, Judas Tadeo pasó por Galilea y Samaria para después llegar a Siria, Armenia y la antigua Persia.
Ahí se encontró con Simón, y su labor de predicar los hizo bautizar a miles de babilonios y más creyentes. El final de ambos apóstoles llega cuando se le lleva a ofrecer el supremo testimonio tras ser arrestados y llevados ante el Templo del Sol, donde se les ordenó que dejarán atrás el culto a Cristo y tomarán a la diosa Diana como su deidad.
La historia narra que Judas Tadeo se negó a acatar la orden y declaró como falsos a los ídolos paganos. La información del Vaticano señala que cuando Tadeo hizo esto, dos demonios salieron de aquel templo y lo destruyeron.
Al ver lo que sucedía, llenos de miedo y enojo, los espectadores se abalanzaron sobre los dos apóstoles y los asesinaron sin piedad. Algunas versiones indican que a Simón lo martirizaron cortando su cuerpo en dos, mientras que a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza usando un hacha. Según la tradición. Tadeo fue martirizado en Suamir, Persia en el año 62 de nuestra era.
¿Qué es una reliquia?
La palabra reliquia viene de restos, es decir, lo que se conocen como reliquias de los Santos son restos del cuerpo o de la vestimenta de quien fue un Santo, alguien que vivió en Mensaje Evangélico y se jugó la vida de forma heroica por el Señor.
Las reliquias se comenzaron a venerar con el culto a los mártires, específicamente en el periodo de las persecuciones, en las catacumbas. Estos lugares eran cementerios donde se enterraban a los cristianos, además los creyentes se sentían seguros de celebrar la Eucarística, por lo mismo guardaban ahí las reliquias de quienes habían sido martirizados.
No hay un solo tipo de reliquias, sino que se dividen en tres grados según el objeto que tenga relación al santo. El primer grado de reliquia puede ser un fragmento del cuerpo; el segundo, un fragmento de su ropa o de algo que usaba el santo durante su vida, ya sea una biblia, rosario, cruz, etc. Incluso objetos que tengan relación el sufrimiento del mártir.
El último tipo es cualquier objeto que haya sido tocado a una reliquia de primer grado o la propia tumba de un santo.
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¿Cómo se descubrió la Reliquia de San Judas Tadeo?
El cuerpo de San Judas fue enterrado en el mismo lugar donde sufrió el martirio, es decir, en Persia o Beirut según las versiones, aunque el portal oficial de esta reliquia en su visita a México, indica que el rey Acab de Babilonia recogió los cuerpos de San Judas y Simón el cananeo para llevarlos desde Suamir hasta Babilonia.
Tras la invasión musulmana a Babilonia, en el 651, las reliquias fueron llevadas a Roma a la antigua Basílica de San Pedro, la cual construyó el emperador Constantino.
En el 317, el edicto del emperador Constantino en Milán concedió la libertad de culto a la comunidad cristiana, comenzando la construcción de basílicas e iglesias en Roma.
Donde hoy se ubica el puente San´t Angelo, atravesando el Tiber, existía un huerto de laureles que le daba a la zona el nombre de “bosque de laureles”, donde había un templo dedicado a la diosa Europa, sitio en el cual se construyó una iglesia llamada San Salvatore in Lauro (Santo Salvador de los Laureles).
Frente a la Basílica de San Salvatore en Roma, cerca del puente San´t Angelo, existió un recinto dedicado a San Judas, mismo que el pueblo llamaba iglesia de “San Tadeo”. Según el portal oficial de la Reliquia del San Judas Tadeo, desde 1200 hasta 1825 se veneró en esta iglesia la reliquia del brazo de San Judas Tadeo, entregada al príncipe Orsini por el Papa Inocencio X.
Lo anterior sucedió cuando las reliquias de los mártires Simón y Tadeo fueron trasladadas de la antigua Basílica Constantina, y se colocaron en la actual Basílica de San Pedro.
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Para 1830, debido al deteriorado estado del recinto de San Tadeo, la sede parroquial fue traspasada a la basílica de San Salvatore in Lauro, donde el párroco de la época, Monsignor Sirolli, trasladó las preciosas reliquias a la parroquia.
Cuando se desmanteló el altar principal, ocurrió el descubrimiento de la reliquia del apóstol con la auténtica, un documento que daba fe de su autenticidad. La reliquia es de primer grado, ya que lo que se encontró fueron huesos de uno de sus brazos.
Este fragmento del cuerpo de Judas Tadeo se depositó en relicario sencillo hecho de madera, el cual estaba tallado en forma de brazo en posición recta, simulando que está impartiendo la bendición.
El relicario donde se conserva la reliquia del santo de las causas difíciles se abrió por última vez en tiempos del Cardenal Francesco Marchetti Selvaggiani, quien fue Vicario de Su Santidad entre 1931 y 1951. Los sellos se cierran para garantizar sui procedencia y autenticidad.
Actualmente esta pieza está de visita en México, pero su lugar de resguardo es la Basílica del Santo Salvador de los Laureles, donde miles de fieles de todo el mundo acuden para venerarla.