Para valorar la salud mental, en el Centro de Integración Juvenil (CIJ-Xalapa), se atiende alrededor de 15 pacientes, en promedio. De ellos, aproximadamente nueve se quedan para recibir atención y tratar problemas de ansiedad o depresión, entre otros, explica el director de este organismo, Humberto Dorantes Flores.
Explica que en ocasiones trabajan un modelo breve de atención de ocho sesiones, lapso en que algunas personas sí logran un cambio significativo. Y a partir de ese momento los pacientes puede decidir seguir con el proceso porque encontraron una mejoría y dejar la atención.
Sin embargo, señala, que hay quienes requieren de más sesiones. Resalta que hay avances en cuestiones de salud mental, pero sí una gran mayoría no le da la importancia que se requiere a este tipo de padecimientos.
“Podemos estar atravesando una depresión y se puede ser depresivos funcionales, “porque se puede tener un cuadro de depresión pero te puedes levantar a la hora que se necesita para ir a trabajar, acudes y cumples tanto en la escuela como en el trabajo pero no estás bien”, lamentó.
Agregó que el asunto cuando se trata de padecimientos mentales es que tal vez el desempeño no sea el que se espera, “pero eres funcional” ya que la persona puede cubrir un horario y algunas funciones sociales. “Que la calidad puede ser buena o mala, pues eso ya es otro punto”.
Resalta que tras la pandemia y tras mucha insistencia, sí hay mayor apertura para decir y reconocer las situaciones que generan situaciones de estrés o ansiedad, porque se hizo un padecimiento más recurrente. “Sabemos que nos genera un malestar y sabemos que se debe atenderlo, “pero tiene mucho que ver con el tema de que vivimos en una sociedad de inmediatez, con un ritmo muy acelerado y queremos que en una sesión nos digan cuáles son nuestros problemas, pero no es así”.
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El especialista indica que el tratamiento de atención es distinto para cada persona. “Lo que hace el equipo de psicología es hasta cierto punto dialogar con las personas que llegan todos los días para establecer una meta. Porque hay personas que vienen porque los mandan, pero no creen que puedan ser ayudados. Pero tras varias sesiones se dan cuenta de que si les funciona y ellos mismos piden más sesiones, se dan cuenta de que les va mejor cuando un profesional les ayuda a superar las situaciones que están padeciendo y que les provocan una enfermedad mental”.
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Finalmente, Dorantes Flores precisó que hay muchas situaciones, que se generan por situaciones laborales, personales, de familia y hasta por cuestiones psiquiátricas, “pero lo importante es venir y ser atendido y ya se verá cuáles son sus requerimientos, pero lo importante es que busquen ayuda profesional”, concluyó.
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