A fomentar el autocuidado en el periodo vacacional, especialmente en niños, niñas y adolescentes, llaman especialistas de la salud, pues advierten de aumento de peso y daños al sistema inmunológico.
La médica Dulce María Osorio Gándara les recuerda a las personas adultas que en los periodos de asueto es cuando se debe enfatizar en la ingesta de productos saludables, pues año con año se detectan mayores problemas de salud en poblaciones jóvenes.
Independientemente de la edad, menciona que el aumento de peso registrado en fiestas decembrinas llega a alcanzar hasta los cinco kilos, con el natural incremento de los niveles de colesterol y ácido úrico.
Al ahondar en niños, niñas y adolescentes, ejemplifica que para consentirlos les compran frituras, papitas, hamburguesas, las alitas que están de moda, los tostitos y cualquier cantidad de alimentos grasos en temporada de más sedentarismo.
Puntualiza que llevar una mala alimentación es uno de los factores que debilitan el sistema inmunológico, por lo cual exhorta a aprovechar las frutas de temporada, como los cítricos, cuyas vitaminas contribuyen a estar más fortalecidos ante las enfermedades respiratorias.
En la conferencia virtual “Autocuidado: clave para vivir sanamente”, las especialistas en salud física y mental, Blanca Mónica Leal Bravo y Montserrat Riveros Barrientos exhortaron a reducir el consumo de azúcar y grasa, así como a valorar el privilegio de vivir en un territorio donde es fácil el acceso a frutas y verduras.
“No se tiene que hacer una gran inversión de dinero. Una alimentación nutritiva y saludable puede ser aquella compuesta por los alimentos a los cuales tengo acceso, en el lugar donde vivo”, expresaron.
En el caso de personas adultas, aconsejan tener disponibilidad para cambiar y mejorar los hábitos, pues señalan que la mayoría pone como pretexto el trabajo y la falta de tiempo para hacer compras y preparar sus alimentos.
“Mientras tengamos, pan, galletas, jugos con exceso de azúcar y no frutas o verduras o carnes blancas, comeremos lo que tengamos a mano. Hay que poner límites”, indican.
De acuerdo con lo observado, recalcan la importancia del ejemplo de las personas cuidadoras para las niñas, niños y adolescentes; “si no me cuido yo, cómo voy a cuidar a otras personas o cómo podré llamarle la atención”.
Aclaran que eso no significa que nunca se vaya a tomar un refresco, unos tacos, sino primero ir por la disminución de ingesta.
Las especialistas coinciden en que las metas deben ser pequeñas y graduales, como empezar a caminar 15 minutos, comer un pan en lugar de dos, y comprar una cantidad menor de botanas y frituras.
“Podemos poner tareas pequeñas. No dejo de consumir refrescos en su totalidad pero diario tomo un vaso más de agua y a la otra semana tomo dos vasos de agua… Así se logra avanzar hacia una vida más saludable”.
Además de la alimentación, recuerdan que ejercitarse y mantener una vida social activa son complementos indispensables.