La intoxicación por plomo amenaza la salud de niñas y niños en el estado de Veracruz. Según el último informe publicado por la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, el 14 por ciento de la población infantil de uno a cuatro años tiene niveles elevados de plomo en la sangre, situación que pone en riesgo su desarrollo y futuro.
Este dato estadístico es parte de un problema de salud pública más amplia, ya que la exposición al plomo sigue afectando a las poblaciones más jóvenes y vulnerables en México.
El Perfil Nacional de Riesgos de 2022, publicado en abril de 2023 por la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, con base en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) más reciente, revela que el 14 por ciento de niños de uno a cuatro años en Veracruz presenta niveles por arriba de 5 microgramos (μg) de plomo por decilitro (dL).
En todo el país, el 17.4 por ciento de las niñas y niños de uno a cuatro años sufre de intoxicación por plomo, una cifra que empequeñece la tasa de 2 por ciento registrado en Estados Unidos.
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El estudio apunta que el porcentaje de niños de uno a cuatro años que presentaron niveles por arriba de 5 microgramos de plomo por decilitro osciló entre 37 y 10 por ciento:
- San Luis Potosí con 37 por ciento
- Tlaxcala con 36 por ciento
- Estado de México con 30 por ciento
- Oaxaca con 29 por ciento
- Ciudad de México con 28 por ciento
- Aguascalientes con 21 por ciento
- Morelos con 20 por ciento
- Veracruz con 14 por ciento
- Guerrero con 13 por ciento
- Zacatecas con 11 por ciento
- Michoacán con 10 por ciento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el plomo como uno de los diez elementos tóxicos más preocupantes debido a sus efectos adversos, particularmente en niños pequeños y las mujeres embarazadas.
Consecuencias de plomo en la sangre
Los niveles elevados de plomo pueden causar daños permanentes al cerebro en desarrollo, alterando la estructura y la función del sistema nervioso y dando lugar a padecimientos como:
- Reducción del coeficiente intelectual
- Trastornos del comportamiento
- Envejecimiento prematuro del cerebro
- Anemia
- Daño renal
- Enfermedades cardiovasculares
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) hace hincapié en la urgencia de acciones inmediatas, de alto impacto y sostenibles, advirtiendo que sin intervención, las generaciones futuras tendrán su desarrollo neurológico e intelectual deteriorado, lo que les impedirá alcanzar su máximo potencial.
Causas de la exposición al plomo
El informe del Instituto Nacional de Salud Pública, publicado el 22 de febrero de 2024, destaca que si bien el uso de loza de barro vidriado para cocinar y almacenar alimentos es una fuente significativa de exposición, investigaciones recientes indican que los alimentos contaminados también pueden representar un riesgo para la salud de la población.
Un estudio realizado por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el Instituto Nacional de Salud Pública, el Instituto Nacional de Rehabilitación y la organización Pure Earth, encontró niveles de plomo detectables en más del 18 por ciento de los 103 alimentos, bebidas y especias comúnmente consumidos analizados.
¿Qué alimentos están afectados por plomo?
La lista de productos afectados por plomo incluye:
- Arroz
- Trigo
- Productos a base de soya
- Cúrcuma
- Pimienta
- Chile guajillo
- Embutidos como jamón y salchichas
- Dulces a base de tamarindo
- Alimentos para bebés
- Alimentos básicos de la dieta mexicana y las tradiciones culinarias
Esta contaminación se deriva de la fuga de residuos industriales en el suelo, el aire y el agua de riego, y en última instancia transfiere el plomo a los cultivos y al ganado.
¿Cómo disminuir los niveles de plomo en los alimentos?
Aunque entre las recomendaciones de los investigadores para disminuir las concentraciones de plomo en los alimentos, se encuentra:
- Evitar cocinar o almacenar los alimentos en cerámica con plomo
- Mantener una dieta rica en nutrientes como calcio, hierro y zinc
Los expertos hacen hincapié en los esfuerzos de colaboración entre los productores de alimentos, los organismos reguladores y los investigadores.
El establecimiento de sistemas sólidos de monitoreo y vigilancia para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos, en particular en lo que respecta al plomo y otros elementos tóxicos, debe ser una prioridad.