Si continúa la tendencia de no evitar el uso de bolsas de plástico, en poco tiempo se podría hablar de un problema de salud pública por el efecto de microplásticos, expresa el investigador Miguel Ángel Escalona.
En entrevista subraya que ningún plástico se degrada y su efecto contaminante sí es ambiental pero también impacta en el cuerpo humano, pues las estimaciones de consumo de estas partículas, aunque parecieran pequeñas, en realidad son significativas.
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¿Cómo entran a la cadena alimenticia los microplásticos?
La filtración de plástico en la cadena alimenticia es real pues explica que cuando los plásticos empiezan a descomponerse en pequeñas partículas llegan al mar y se nos regresan cuando comemos pescados y mariscos. Además, detalla que son tan pequeñas que pueden estar en el aire y no darnos cuenta cuando las respiramos; consciente o inconscientemente, estamos ingiriendo microplásticos.
Análisis elaborado en 2019 por Dalberg, en la Universidad de Newcastle, Australia, concluyó que por semana, los seres humanos ingerimos cinco gramos de plástico. De acuerdo con estudio en modelos animales realizados en la Universidad de Viena, Miguel Ángel Escalona menciona que las partículas de microplásticos estarían asociadas con riesgos de inflamación y desórdenes cerebrales, asociados a enfermedades como Alzheimer y Parkinson.
El biólogo y doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sustentable enfatiza que las bolsas de plástico con la leyenda “biodegradable” también contaminan: “si no están en las condiciones adecuadas de temperatura y oxígeno, no se van a degradar”.
Al referirse a estas bolsas, recuerda la Paradoja de Jevons, la cual sentencia que cuando aparentemente hay una solución tecnológica a un problema, las investigaciones demuestran que el consumo se incrementa.
Así, habrá quien al ver que la bolsa es biodegradable, ya no se preocupe y la use más con la confianza de la solución tecnológica, aun cuando se sabe que se necesitan muchos recursos y energía para crearla.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora el 5 de junio, el profesor investigador apunta que no es suficiente con dar un “me gusta” en publicaciones en redes sociales destinadas al cuidado del medio ambiente, hay que accionar.
“Debemos ser corresponsables de la casa común; pensemos en las generaciones futuras porque el planeta que les heredamos está comprometido ambientalmente y no es justo”, manifiesta.
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¿Cómo evitar los microplásticos?
Entre las sugerencias que da está recurrir a la “micropolítica doméstica” de Víctor Toledo, quien apunta que todo comienza en la casa: “Es en las familias donde se debe impulsar el prescindir del plástico”.
Otra alternativa que nombra es volver a la venta a granel con el producto despachado en recipiente reutilizable o cucurucho. Usar botellas reutilizables y acudir con recipientes a hacer las compras son otros consejos.
“Al principio puede ser una lata pero después se convierte en un acto cotidiano”, asegura el ambientalista, quien propone seguir separando la basura y sumarse a los reciclones.
Invita además a no perderse Junio con Ambiente, una fiesta a favor del planeta que inicia hoy y se desarrollará hasta el 30 de junio con distintas actividades en Xalapa y Coatepec.