Durante 2023, el estado de Veracruz registró 1,007 defunciones fetales, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Las principales causas de estas muertes fueron complicaciones relacionadas con el embarazo, el trabajo de parto y el parto mismo.
Las Estadísticas de Defunciones Fetales (EDF) se obtienen de los registros administrativos emitidos por las oficinas del Registro Civil en todo el país. Estas estadísticas se complementan con datos del Sector Salud, que emite certificados de muerte fetal, asegurando así un mayor nivel de captación y verificación de los casos.
Causas de las muertes fetales en Veracruz
De los 1,007 casos registrados en Veracruz, 860 fueron reportados a través del sistema tradicional del Registro Civil, mientras que 147 fueron captados digitalmente por la Secretaría de Salud.
A nivel nacional, en 2023 se registraron 23 mil 541 muertes fetales, lo que equivale a una tasa de 67.5 por cada 100 mil mujeres en edad fértil. Del total de estas defunciones, el 81.7 por ciento ocurrió antes del parto, el 17.2 por ciento durante el parto, y en el 1.1 por ciento de los casos no se especificó el momento.
El Inegi también destaca que el 53.2 por ciento de las muertes fetales correspondió a fetos de sexo masculino, mientras que el 37.4 por ciento correspondió a sexo femenino, y en el 9.4 por ciento de los casos no se especificó el sexo.
Veracruz se posicionó como el octavo estado con mayor número de defunciones fetales. Las entidades con más casos registrados fueron el Estado de México, con 4,302 casos; Ciudad de México, con 2,202; y Guanajuato, con 1,477.
En contraste, las tasas más bajas se registraron en Oaxaca (30.4 por cada 100 mil mujeres en edad fértil), Zacatecas (41.6) y Campeche (44.1).
En cuanto a la atención médica, el 73.1 por ciento de las madres que experimentaron una muerte fetal fueron atendidas por la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mientras que el 13.1 por ciento acudió a unidades médicas privadas.
Las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con 45.9 por ciento, seguidas por trastornos perinatales, que representaron el 25.7 por ciento.
En términos de atención prenatal, el 81.4 por ciento de las mujeres recibió cuidados durante su embarazo, pero el 15.3 por ciento no tuvo acceso a esta atención.
La edad gestacional también jugó un papel crucial: el 36.4 por ciento de las muertes fetales ocurrió entre las 20 y 27 semanas de gestación, seguidas por el 35.4 por ciento en gestaciones tardías (28 semanas o más) y el 27.8 por ciento en gestaciones precoces (12 a 19 semanas). La mayoría de las defunciones se produjo en fetos con un peso de 1,000 gramos o menos.
En cuanto a las madres, las mujeres de entre 20 y 24 años concentraron el mayor número de muertes fetales, representando el 24.1 por ciento de los casos, seguidas por las de 25 a 29 años (23.4 por ciento) y 30 a 34 años (19.3 por ciento).
Finalmente, en relación con el estado civil, la mayoría de las defunciones fetales se registró en mujeres que vivían en unión libre (53.2 por ciento), seguidas por aquellas que estaban casadas (24.7 por ciento).