De los distintos tipos de diabetes que hay, la 1 es la que tiene un solo tratamiento que vuelve más vulnerable a quien la padece. Pese a ello, en México aún no hay ni siquiera censos que permitan saber cuántas personas viven con esta condición o cuál es la prevalencia, expone la endocrinóloga Juliana Cervantes Theurel.
“No hay estadísticas, y a lo mejor también por eso no hay una atención más específica ni se ahonda en las necesidades que pueden tener los pacientes, aun cuando el 25 por ciento de ellos puede presentar cetoacidosis diabética, que pone en riesgo su vida”.
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La experta dice en entrevista que la diabetes tipo 1 no es una enfermedad sencilla de sobrellevar, pues tanto el tratamiento como el material que se emplea para el control no es tan accesible.
Tras la campaña en la cual la niña xalapeña Zulma González García da a conocer que sus padres gastaron poco más de 60 mil pesos en un año para atenderla en casa, la médica lamenta que la gran mayoría de los pacientes no tenga los recursos para poder tratarse de manera privada.
“Es un problema cada vez más frecuente”, expresa para luego evidenciar que los pacientes no tienen más opción que recurrir a hospitales públicos.
Opina que hacen falta más apoyos para quienes requieren la atención, pero también para trabajo estadístico, que está en ciernes, y de investigación, pues lamenta que la diabetes tipo 1 no sea prevenible.
“Puede haber algunas características genéticas que la favorezcan, pero no se trata de factores modificables. Hasta el momento no se han establecido factores externos en los que se pueda incidir. No hay forma de prevenirla”, puntualiza.
En la diabetes tipo 1, más frecuente en niñas, niños y adolescentes, quien la presenta tiene un páncreas que no produce insulina, a diferencia de la 2, que aunque no de manera adecuada, sí la produce —la persona no está del todo desprotegida—.
“Quien llega a diabetes 1 es porque ya tiene una destrucción casi completa de las células que producen la hormona de la insulina; no tiene hormonas de forma natural, lo que puede ocasionar un problema severo si no hay tratamiento”, explica.
La especialista añade que tener los niveles altos de glucosa en sangre es como una bomba de tiempo, pues entre más tiempo se persista así, habrá complicaciones nivel microvascular.
La glucosa en sangre va dañando los pequeños vasos sanguíneos que irrigan desde el cabello hasta los pies, ocasionando una disfunción de los órganosJuliana Cervantes Theurel | endocrinóloga
Los más lastimados, ahonda, son a nivel de la retina, lo que genera retinopatía diabética, que puede originar, si no se trata, una pérdida total de la visión; otro órgano que se puede afectar si hay un descontrol crónico de la diabetes son los riñones, y los nervios que aportan movilidad.
En diabetes 1, enfatiza, el único tratamiento es el de la insulina, a diferencia de otras diabetes, como la 2, que tiene una variabilidad en fármacos y costos.
Finalmente indica que en cualquier diabetes es importante el tratamiento, pero particularmente para la de tipo 1, si no hay insulina de forma externa, el paciente está completamente expuesto a una situación de emergencia.