Ante el miedo, la ansiedad y hasta la fobia que puede provocar acudir con profesionales de la odontología, el Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (Saisuv) expone la necesidad de fortalecer las charlas informativas, pues la mala higiene bucal puede llevar a distintas enfermedades, incluido el cáncer.
Datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales refieren que uno de los desafíos actuales es que en el primer nivel de atención la gran mayoría de los pacientes tiene una enfermedad, trastorno o condición que compromete el tratamiento o la realización de procedimientos.
Señala que además de caries y distintas infecciones de la cavidad bucal, se presentan pacientes con alergias, trastornos hematológicos, trastornos metabólicos endocrinos, trastornos cardiovasculares, trastornos de la coagulación, trastornos renales y embarazo.
Prevé además que en las próximas décadas, los estomatólogos se enfrentarán al reto de proporcionar atención dental para que un número creciente de personas mayores conserven una boca funcional.
“Las enfermedades bucales en su mayoría son irreversibles y su efecto se acumula a lo largo de la vida, de tal forma que los daños tienden a ser mayores en la población adulta y adulta mayor”, subraya.
Ante este panorama, la odontóloga y maestra en Ciencias de la Salud, María Cristina Sánchez Almanza, citó en charla informativa a distintos estudiosos que afirman que el miedo influye notablemente en el estado de salud oral.
Este miedo es concebido como una importante barrera para la búsqueda de atención y, aún más, la especialista enfatizó que un paciente con fobia dental llega a sufrir en promedio 17.3 días de dolor antes de ir a consulta.
Al ahondar en información estadística, expuso que en Sudamérica, el 41.1 por ciento de las personas adultas presentan ansiedad dental y niñas y niños están representados con el 34.7 por ciento.
La ansiedad dental y fobia dental en niñas y niños tiene entre los factores psicosociales a padres o familiares con ansiedad dental como conducta social aprendida, y a menor acceso a la educación, mayor fobia dental.
Sánchez Almanza puntualiza que al llevar citas de rutina (inspección clínica, limpieza dental, complementos de diagnóstico como radiografías y modelos de estudio) se detecta oportunamente si hay enfermedades como caries dental, gingivitis, anomalías, dientes impactados o retenidos, etcétera.
En la charla “El miedo como barrera para la salud bucodental”, coordinada por el Saisuv, llamó a evitar la ignorancia de la salud oral y mejorar la calidad de vida, teniendo en cuenta las distintas técnicas de relajación.
En Internet están disponibles las técnicas de relajación muscular de Jacobson, la psicoterapia y la terapia asistida con perros, pero sobre todo, dijo, se debe promover la comunicación entre dentista-paciente.
Además de lo anterior, subrayó que es mejor la prevención: “Cepillarse los dientes tres veces al día y utilizar hilo dental o limpiadores interdentales una vez al día ayudará a conservar los dientes limpios”.
Recordó que el especialista y promotor de salud oral indicado en tratar lesiones cariosas, colocar prótesis, realizar extracciones, corregir mordidas, tratar el dolor dental, entre otras, es el odontólogo.
El exhorto lo hace en un contexto en el que la Organización Mundial de la Salud informa que entre el 60 y 90 por ciento de los escolares y casi el 100 por ciento de personas adultas tienen caries dental.