El uso de vapeadores entre jóvenes es un asunto que preocupa, porque este sector de la población no percibe este consumo como una adicción o un riesgo para la salud, expone el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Humberto Flores Dorantes.
En jóvenes va al alza el uso de vapeadores porque no los consideran un problema cuando sí lo es porque abren la puerta a las adicciones y a graves daños a la salud por las sustancias que se consumen, porque no hay una regulación sobre lo que contienen las cápsulas, dice.
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¿De qué se componen lo vapeadores?
Recuerda que estos cigarrillos electrónicos están alimentados por baterías que las personas usan para calentar líquidos para obtener un vapor que se puede inhalar. Se les conoce como cigarros electrónicos, vapeadores o vaporizadores.
El vapor inhalado puede contener nicotina (la droga adictiva del tabaco), saborizantes y toxinas, incluidas las que causan cáncer, dijo.
Subraya que se ha detectado que los utilizan jóvenes de secundaria y preparatoria, “pero resulta que la venta de estos artefactos no está regularizada y los pueden adquirir en línea”.
Agrega que hay páginas de venta en redes sociales donde las comercializan sin ningún tipo de regulación, “donde los compran y llegan directo a la casa”.
El psicólogo Flores Dorantes resalta que han tenido casos donde en la escuela se sabe que hay alumnos que los distribuyen porque como no son drogas, “porque se disfrazan los vaporizados como una USB, algún otro dispositivo o como un plumón”.
Es necesario que los padres pongan atención, dijo, porque los jóvenes no tienen percepción del daño y adicción que representan estos dispositivos. “Creen que no es una droga y que no les provoca daños a la salud y por lo tanto les facilita el consumo”.
Indica que han tenido solicitudes para atender escuelas secundarias donde se ha detectado que los distribuyen, por lo que tienen acceso jóvenes de entre 13 y 15 años.
También hay consumo entre jóvenes de bachillerato y de universidad, por lo mismo que consideran que no les hacen daño.
Remarca que es alarmante la situación, porque sí pone el foco en un tema que hay que atender.
Remarca que desde lo legal no está permitida la venta de vapeadores, pero hasta ahí llega, porque lo cierto es que hay huecos legales que impidan venderlos dado que les cambian nombre y así evaden la responsabilidad.