La violencia obstétrica es una lamentable realidad que enfrentan las mujeres en Veracruz. En los últimos cinco años, los Servicios de Salud de Veracruz (SESVER) han registrado 117 quejas por violencia obstétrica, perpetrados por su personal médico. A pesar de que el Código Penal de Veracruz tipifica este delito, la persistente falta de procesos penales hasta la fecha evidencia una grave falla en el acceso a la justicia para las víctimas.
Según los datos públicos, entre 2016 hasta octubre de 2023, la Secretaría de Salud del Estado registró 147 quejas relacionadas con violencia obstétrica.
En tanto que la Fiscalía General del Estado (FGE) inició solo 33 carpetas de investigación por violencia obstétrica entre 2010 y abril de 2023, una cifra significativamente baja en comparación con las 147 quejas acumuladas en ocho años.
Durante el periodo 2019 hasta octubre de 2023, fueron presentadas 117 quejas por violencia obstétrica y maltratos en los servicios obstétricos y ginecológicos, ocurridas en hospitales y clínicas estatales.
Asimismo, entre 2019 y julio de 2023, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) recibió 15 quejas por violencia obstétrica y una por muerte materna en la red hospitalaria estatal.
A pesar de las denuncias formales presentadas ante las instancias de procuración de justicia, hasta la fecha, según la información disponible, el Poder Judicial del Estado de Veracruz (PJEV) no ha registrado ningún proceso penal relacionado con el delito de violencia obstétrica. Como resultado, las víctimas continúan sin recibir justicia.
¿Cómo se manifiesta la violencia obstétrica?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la violencia obstétrica se define como una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud, predominantemente médicos y personal de enfermería, hacia las mujeres embarazadas durante el trabajo de parto y el puerperio. Esta forma de violencia constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.
Entre las diversas manifestaciones de violencia obstétrica se incluyen prácticas invasivas y la administración de medicación que no estén justificadas por el estado de salud de la paciente. Además, abarca la falta de respeto hacia los tiempos y las posibilidades del parto biológico.
Entre las situaciones de violencia que enfrentan las mujeres durante la atención obstétrica se encuentran el maltrato físico, la humillación y el abuso verbal. También se incluyen procedimientos autoritarios para imponer métodos anticonceptivos o realizar cesáreas, así como la violación a la confidencialidad y la privacidad.
Otras formas de violencia obstétrica abarcan obtener el consentimiento de manera involuntaria o con información insuficiente, negar el tratamiento necesario y retener a mujeres y recién nacidos en las instalaciones debido a problemas de pago.
Un caso documentado
Un caso emblemático ocurrió el 9 de diciembre de 2015, cuando la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 40/2015, dirigida al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Esto, tras la actuación irregular de ocho médicos en el Hospital Civil Regional “Dr. Emilio Alcázar Castellanos” en Tuxpan, donde se desencadenó violencia obstétrica contra una mujer de 19 años, resultando en el fallecimiento de uno de sus gemelos.
La víctima acudió al hospital el 8 de julio de 2014, con un embarazo gemelar de 33.5 semanas y riesgos asociados. A pesar de ello, el primer médico no reconoció la gravedad de su condición, lo que llevó a una falta de atención adecuada. Tras días de internación, la mujer fue sometida a una cesárea de emergencia, donde lamentablemente uno de los bebés falleció.
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Días después de los hechos, un sitio web local difundió la información, lo que llevó a la CNDH a intervenir en el caso. Se consideró que la protección de la salud es un derecho fundamental, especialmente para las mujeres embarazadas y los recién nacidos, quienes merecen un servicio médico oportuno, de calidad y con enfoque de género. Por lo tanto, el organismo nacional abrió de oficio el expediente CNDH/4/2014/5008/Q.
Las acciones para erradicar la violencia obstétrica
A pesar de las denuncias formales y las recomendaciones para fortalecer la capacitación del personal de salud y proporcionar los insumos necesarios para prevenir la incidencia de casos de violencia obstétrica, las mujeres continúan siendo víctimas de este tipo de violencia.
En México, los distintos tipos y formas de violencia contra las mujeres están contemplados en la Ley General y en las leyes locales de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que regulan las políticas públicas en esta materia.
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Aunque el Código Penal de Veracruz tipifica el delito de violencia obstétrica, esta medida no ha garantizado la erradicación de estas prácticas perjudiciales.
Las acciones para combatir la violencia obstétrica incluyen la sensibilización, la educación y la capacitación del personal de salud, así como la implementación de políticas y prácticas que respeten los derechos y la autonomía de las mujeres durante el embarazo, el parto y el período posparto.
De acuerdo con diversos informes de transparencia emitidos por la Secretaría de Salud del Estado, se llevan a cabo capacitaciones sobre “Promoción del buen trato durante la Atención del embarazo, parto y puerperio en las salas de obstetricia de los Servicios de Salud de Veracruz”, dirigidas al personal de salud de las unidades hospitalarias.
Además de estas acciones de promoción y difusión, como la colocación de carteles en las unidades de salud dirigidos a la población usuaria para concienciar sobre sus derechos a un trato digno, se proporciona material al personal de salud para mejorar la atención a las pacientes embarazadas y promover una cultura de buen trato.
Entre 2019 y octubre de 2023, en Veracruz se registraron 196,892 partos en las unidades médicas de SESVER, de los cuales 81,305 fueron partos por cesárea. Durante este período, se documentaron 128 muertes maternas.
