A la falta de amores, nunca falta la persona que te recomienda pongas una imagen de San Antonio de Padua de cabeza y pedirle que te conceda amor; este 13 de junio la Iglesia Católica celebra la fiesta litúrgica a este santo, reconocido por su extraordinario don de milagros y llamado el “Doctor de la Iglesia y patrono de los pobres”, sin embargo, también suelen llamarlo el “santo casamentero”, pero ¿por qué le dicen así?
San Antonio de Padua fue un monje portugués muy importante del siglo XIII, gracias a su labor predicadora y al ser denominado como un teólogo respetado, ya que en su viuda dio más de 6 mil sermones. Actualmente es muy querido entre los católicos y goza de fama mundial por obrar actos prodigiosos.
Asimismo, es reconocido como el más grande “traumaturgo” de todos los tiempos, que quiere decir, que cuenta con el “don de hacer milagros” de varios tipos, aunque muchos lo conozcan por la fama de buscarle pareja a los solteros.
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SAN ANTONIO DE PADUA: EL SANTO CASAMENTERO
Según la tradición, las personas invocan al Santo para hallar objetos perdidos y esta se habría originado por un problema que él tuvo con un novicio que huyó del convento con un salterio que usaba el santo; fue así como San Antonio oró para recuperar su libro y fue así como el novicio se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar y devolver lo robado.
Por tal motivo, a él se le atribuyen milagros de recuperar objetos perdidos y se le pide por la salud, por la abundancia y sobre todo por encontrar el amor.
Es así como muchos de los motivos por los que se le pide, provienen de la tradición y la creencia popular. En México, y en muchas partes del mundo -como también en Argentina-, se comenzó a solicitarle que recobrara los amores perdidos de aquellos corazones que habían dejado de tener fe en alguna relación amorosa, algo por lo que se popularizó y, actualmente, muchos fieles acuden a él para que interceda para hallar un buen esposo o esposa.
“San Antonio milagroso yo te suplico llorando que me des un buen esposo porque ya me estoy pasando”, jaculatoria de la tradición popular; no obstante, es importante mencionar que, la Iglesia Católica califica a esto como una superstición y no una práctica cristiana.
¿POR QUÉ SE LE PONE DE CABEZA A SAN ANTONIO DE PADUA?
De acuerdo a las creencias populares, San Antonio de Padua es puesto de cabeza como una práctica para ayudar a encontrar pareja, misma que surgió, debido a que, en vida, ayudaba con diálogo y oración a las parejas que tenía problemas en su matrimonio.
Asimismo, socorría a mujeres de familias pobres a conseguir dinero para la dote, algo que, en aquel tiempo, tenían que entregar a los hombres para poder casarse.
Existen varias costumbres que concluyen cada 13 de junio, una de ellas es que los jóvenes, de ambos sexos, deben juntar una moneda diaria durante 13 días consecutivos, las cuales deberán dejar como limosna a los pies de la imagen de San Antonio en cualquier iglesia, rezar una oración y prender una vela. Otros fieles católicos, colocan sus peticiones en un listón rojo atada a 13 nudos, el cual es colocado junto a una veladora y posteriormente le rezan una oración.
“Oh bendito San Antonio, él más gentil de todos los santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas te hicieron merecedor, cuando estabas aquí en la tierra, de poseer poderes milagrosos. Los milagros esperaban tu palabra, que tú estabas siempre dispuesto a hablar por aquellos con problemas o ansiedades. Animado por este pensamiento, te imploro obtengas para mí… (menciona tu petición). La respuesta a mi rezo puede que requiera un milagro, pero aun así tú eres el santo de los milagros”.
Si la petición no se era favorecida con el “flechazo de cupido”, se dice que los creyentes castigan al santo, poniendo una imagen suya de cabeza.
¿QUIÉN FUE SAN ANTONIO DE PADUA?
Se llamaba Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo y nació en 1195 en Lisboa, Portugal. A los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín y diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos.
A los 25 años adoptó el nombre de Antonio cuando se hizo franciscano y fue testigo de una aparición del Niño Jesús a quien sostuvo en sus brazos, motivo por el cual, en las imágenes del santo se le representa junto al Niño.
Su milagro más famoso, ocurrió en la ciudad de Padua, Italia, donde un joven de nombre Leonardo pateó a su propia madre en un arranque de ira. Arrepentido, confesó su falta a San Antonio quien le dijo: “El pie de aquel que patea a su propia madre, merece ser cortado”. Leonardo corrió a casa y se cortó el pie. Enterado de esto, San Antonio de Padua tomó el miembro amputado del joven y milagrosamente lo reunió al cuerpo.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla