Luego de que la Selección Mexicana de Fútbol obtuviera el triunfo sobre el equipo de Alemania en el Mundial de Rusia 2018, miles de aficionados celebraron en distintos puntos de la Ciudad de México provocando lo que se consideró un “sismo artificial”.
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En el momento que los fans celebraron dando saltos, el Sistema Mexicano de Monitoreo Sísmico Anticipado (Simmsa) anunció que había detectados movimientos en dos sismológicos cerca del Zócalo y el Ángel de la Independencia.
El evento se hizo notar y pronto se volvió viral en las redes sociales logrando que otros medios, incluso internacionales, pusieran atención al tema y lo comentaran en sus espacios.
¿Por qué es posible que las personas registren esa actividad?
De acuerdo con un reporte del Sismológico Nacional la actividad humana como el tráfico vehicular, paso de personas, o celebraciones masivas, generan vibraciones las cuales pueden ser detectadas por instrumentos sísmicos bajo condiciones específicas.
Es decir, en el caso de las celebración, la detección de dichas vibraciones fue posible ya que había una cantidad suficiente de personas saltando al unísono y conglomeradas en un solo punto del territorio, si los fanáticos hubiesen estado dispersos, no habría existido este sismo artificial.
Pero la realidad es que, aunque los humanos pueden registrar movimientos en los sismológicos, éstos no pueden ser catalogados como un sismo, ya que solamente lo son cuando la causa son las placas tectónicas y su actividad. Así que el festejo por el gol de Hirving Lozano sí hizo vibrar en territorio nacional, pero no provocó un temblor como tal.
Sin embargo, algunas de las actividades humanas que sí pueden generar sismos artificiales son la extracción de petróleo, la minería, la acumulación de agua en presas o la producción de energía geotérmica.
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