Las celebraciones patrias implican el consumo de bebidas alcohólicas que en muchas ocasiones se toman sin control. Para remediar aunque sea un poco el malestar que al otro día se padece no hay nada como una picosa y exquisita “pancita”.
Este platillo, elaborado con panza de res, es de los más buscados por los xalapeños en los fines de semana; para quienes se pasaron de copas es la única forma de hallar alivio y quitarse los efectos de la resaca patria de forma rápida y efectiva.
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Cocineras del mercado La Rotonda, que es uno de los sitios preferidos por los desvelados de fin de semana y las familias en general, comentan que el platillo más buscado es la “pancita”, porque es un platillo picoso y delicioso.
Yeya Hernández Palacios, de la Cocina de Yeya, que según la fama es de los restaurantes que más clientela tiene, explica que no hay nada como este platillo para la “cruda” realidad del día después de la celebración de la Noche Mexicana.
Entre más picoso este el platillo mejor para muchos de los comensales que llegan a saborearlo.
“Notamos su rostro de malestar cuando llegan y hasta un poco de desesperación en sus caras para que les sirvamos la cazuela con pancita, pero conforme se lo comen, se nota su alivio y mejoría tras una noche de fiesta".
La pancita es un platillo que consiente el cuerpo, es un chilatole que es parte esencial de la cocina mexicana.
¿Cuál es la receta de la pancita?
Para elaborar este platillo se requiere de pancita de res, pata de res, chiles guajillos, cebolla, ajo, laurel, mucho epazote, pimienta negra molida y limones.
Doña Yeya comenta que la pancita y patas se cortan en trozos pequeños. En una olla con suficiente agua se ponen a hervir con la mitad de una cebolla y las hojas de laurel.
Cuando la carne está cocida se quita las semillas y venas de los chiles y se ponen a cocer en una cacerola con suficiente agua. Cuando estén suaves se quitan del fuego.
Una vez que los chiles estén listos se licuan con la cebolla, pimienta, ajos y el agua del cocimiento de los chiles.
Esa salsa se cuela y se agrega a la carne cocida. En ese momento se le agrega el epazote y sazonar con sal. Se deja cocinar el caldo.
Se pica cebolla y tras checar que todo se integró se sirve caliente y cada quien le pone cebolla y limón al gusto.