NAOLINCO, Ver.– Platicar con Guillermo Hernández Oliva es toda una experiencia. Se trata del encargado del panteón de Naolinco, quien con emoción narra que a lo largo de sus 23 años de trabajo ha experimentado un sinnúmero de situaciones paranormales, que incluso le han erizado la piel.
"Aquí me han dado uno que otro susto y aún así hago mi labor con mucho empeño y dedicación", señala. Una de sus experiencias, dice, ocurrió hace como 10 años, cuando se puso a platicar con un hombre y tras despedirse descubrió una foto de esa persona en una tumba; su visitante llevaba varios años muerto.
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Tras lo ocurrido, agrega, se paró frente a la tumba y le preguntó: ¿por qué te saliste de tu tumba? para luego retirarse con una sonrisa de nervios. Sus relatos cautivan con facilidad, pues cada uno lo cuenta como si apenas lo estuviera viviendo.
Guillermo también asegura que sus dos hijos, quienes le ayudan en sus labores diarias, han tenido acercamientos paranormales. Otro de sus relatos se remontan a sus inicios como encargado del panteón. En esa ocasión, señala, limpiaba los ventanales de un mausoleo y de reojo vio cómo corría alguien atrás de él.
Al voltear, señala, vio a una niña que siguió su camino hasta perderse entre las tumbas. Intrigado, preguntó entre sus compañeros si alguien más había visto a la niña, pero le respondieron que no había nadie más que ellos y que incluso las puertas del panteón estaban cerradas.
Otra de sus historias ocurrió en la entrada del cementerio, en donde dice que vio salir una especie como de sombra que, según el, se perdió al llegar a uno de sus compañeros.
"La sombra se perdió y de manera inmediata mi compañero se quejó de un intenso dolor, sin que pasara a mayores. Luego, ya no se supo más", dice.
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A lo largo de su vida laboral, Guillermo ha visto lo que él considera son almas en pena, pues manifiesta que es común ver sombras por todos lados y sentir la presencia "como de alguien muy cerca".
Mientras Guillermo compartía sus experiencias, algunos de los visitantes al panteón de Naolinco se acercaron para escucharlas y quedar asombrados por sus relatos en el marco del Día de Muertos.