Las tortas fritas tienen cada vez más una mayor demanda en Xalapa, afirma el comerciante José Fernando Bello Rodríguez, de 25 años, quien las ofrece a sus clientes de huevo, milanesa y jamón con queso de puerco, también expende tacos dorados de papa acompañados con varios aderezos que son recetas caseras de su familia.
Su negocio ambulante está ubicado en la esquina de la calle José Hernández y la avenida 28 de Agosto, en la colonia Obrero Campesina, de esta ciudad; ahí llega muy temprano con su negocio de comida casera.
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¿Cuántos años tiene el negocio de tortas fritas?
Explica que el negocio es y ha sido totalmente familiar; el establecimiento lleva más de 25 años funcionando en este sitio; con gusto y amabilidad atiende a la numerosa clientela que se acerca a la caja de madera y cristal en la que exhibe las deliciosas tortas de diferentes ingredientes.
De lunes a sábado llega a las 10 de la mañana al lugar hasta las 5 de la tarde; “me gusta mi actividad, me gusta el lugar, me gusta la clientela, es decir, que hago con gusto mi trabajo diarios”.
Indica que él personalmente prepara cada torta que vende, lo hace cada mañana y son del agrado de muchas personas que pasan especialmente a comprar sus deliciosas tortas fritas.
Mientras platica sobre su actividad comercial, sigue atendiendo a las personas que le piden varias tortas de huevo con los aderezos que tiene en los utensilios para protegerlos
Resalta que al contrario de muchos otros comerciantes que venden comida en la calle, sus tortas son totalmente higiénicas dado que en la caja de madera y cristal no les entra polvo, “por lo que es una de las cosas que están a su favor para tener muchas personas que le compran es su extrema higiene de sus tortas”.
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De los exquisitos aderezos, comenta que tiene el tradicional y el casero que es solo crema natural y queso, pero cuenta con otros de chiles xalapeños, otro de chile seco y de habanero.
Recuerda que este negocio está en este sitio que es bastante concurrido porque cerca hay comercios, un mercado y el Hospital del ISSSTE, está ahí desde los años ochenta, cuando sus padres veían pasar a un viejito vendiendo una deliciosas tortas fritas que a la gente le gustaban mucho, “fue entonces que se instaló su familia en el lugar y pues tuvieron bastante éxito, por lo que pasan y pasan los años y siguen en el mismo sitio vendiéndolas.