La gastronomía y las cocinas tradicionales veracruzanas transmiten sistemas de valores familiares; ahí se cuentan historias de las abuelas, de cómo se realizan platillos de generación en generación, porque estar en torno a la cocina o fogón es contar historias de vida, explica la doctora Rosío Córdova Plaza, investigadora del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana.
Al participar en el Tercer Congreso Internacional “Derecho a la alimentación, Sustentabilidad e Interculturalidad”, que se realiza para celebrar el 47 aniversario de la Facultad de Nutrición de la UV, la investigadora universitaria precisó que es necesario proteger con las denominaciones de origen el valor de las cocinas tradicionales porque son frágiles.
En el marco de la conferencia “Cultura, alimentación e identidad: la génesis de las cocinas locales y su interacción en los mercados globales”, destacó además que se requiere mantener esta tradición que es única y no debe copiarse.
Ante estudiantes de la facultad de Nutrición, en las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), expuso que es necesario impulsar desde la escuela básica una cultura alimentaria más sana, “debemos pugnar porque se prohíba vender en las tiendas de los planteles educativos productos con exceso de azúcar, sal y conservadores o refrescos”.
Cocina veracruzana, con conocimientos ancestrales
En la cocina veracruzana tradicional, dijo, está la solución a los malos hábitos que han llevado a que la población porque utiliza productos naturales regionales, porque está cargada de conocimientos ancestrales, porque es parte de las historias de las familias que se congregan y conviven basados en un cierto tipo de alimentación basada en los cultivos de los huertos de traspatio.
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Indicó que hay que trabajar en conjunto, entre los tres niveles de gobierno, familias y profesionistas de la nutrición para lograr que como sociedad se regrese al uso de productos que no sean procesados, sin conservadores y colorantes, para lo que invitó a retomar los aprendizajes familiares de la alimentación local.
Córdova Plaza, expone, que la comida que se ingiere está directamente vinculada a costumbres y tradiciones sociales culturales, recordó que por mucho tiempo de una y otra manera las sociedades imponen un régimen alimenticio basado entre otros factores en edad y condición económica de las personas.
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“Comemos lo que comemos porque nuestra alimentación está culturalmente construida y debemos rescatar todo lo rico y natural que nos ha dejado esta herencia gastronómica”.
Este jueves continuarán las conferencias como parte del Tercer Congreso Internacional “Derecho a la alimentación, Sustentabilidad e Interculturalidad”, organizado por la Facultad de Nutrición de la UV, estuvo presente la directora María Graciela Sánchez Montiel, entre otros docentes; además de Pedro Gutiérrez Aguilar, director del Área Académica de Ciencias de la Salud.
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