Cada día, Agustín Guerrero Platas recorre las calles de la capital para vender sus paraguas y sombrillas. La edad no lo frena. Ya cumplió 88 años, pero eso no lo detiene para buscar el pan de cada día y así seguir adelante en esta vida complicada.
¿Quién es Agustín Guerrero Platas?
Este comerciante, que se dice xalapeño de crianza, aunque nació en Altotonga se considera más de esta ciudad que lo ha visto avanzar en su vida, comenta que a lo largo de los años fue boxeador, policía, reportero y comerciante, entre otros tantos oficios.
De comerciante de sombrillas y paraguas tiene los últimos 35 años de su vida. Dice que no se cansa de recorrer las calles del centro hasta los Sauces y de regreso porque de quedarse en un lugar no vende nada.
Nació en el año 1936 y dice que se conserva sano porque por muchos años se dedicó a ser deportista. “Fui un gran boxeador y creo que por eso no me duele nada”.
Narra que pudo haber sido campeón en la división de peso gallo en Veracruz, pero por cuestiones de la vida no logró ese objetivo, pero eso lo llevó a muchas experiencias más que le han dejado huella y no le quitan el optimismo por la vida.
Las historias de don Agustín son infinitas. No para de hablar de todo lo que ha enfrentado a lo largo de 88 años. “Una de las situaciones que más lo marcó en su juventud es que era hijo de un sacerdote por lo que la figura paterna nunca estuvo en su vida”.
Caminar por horas protegido por una amplía sombrilla le da vida, dice. “A mi edad no necesito que nadie me ayude. Salgo solo a trabajar y vendo mis productos porque también traigo USB, bocinas y cargadores de celulares para ofrecer a la clientela”.
La vida ha sido buena con él, porque aunque ha llevado una difícil pero siempre ha salido adelante.
Vendiendo sombrillas tiene 35 años. En ese tiempo costaban 40 pesos, ahora las ofrece entre 100 y 280 pesos, varía de acuerdo al tamaño y la calidad.
No le molesta caminar, por el contrario, le da vida hacerlo y mientras pueda seguirá en el comercio que es un oficio que lo sacó de problemas cuando más necesitaba, concluyó.