La venta de revistas ha caído de forma dramática en los últimos años. Basilio Viveros tiene 40 años al frente del puesto ubicado en la calle Lucio, de la zona centro, expone que mientras que hace todavía 5 años vendía hasta 120 publicaciones de espectáculos, ahora a duras penas logra sacar 10 a la semana.
Las personas ya no gastan en comprar las publicaciones semanales que antes eran un éxito, “nos dejaban apartadas sus revistas de preferencia porque sabían que se terminaban el mismo día en que llegaban porque la demanda era fuerte, situación que ya no ocurre con ninguna”.
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¿Cómo ha cambiado la dinámica de ventas en puestos de revistas?
Explica que empezó a vender las publicaciones diarias en la calle a los 8 años, después se hizo cargo de este puesto que siempre ha sido de la familia de su esposa, “pero eran años en los que había publicaciones de todo tipo, para mujeres, para caballeros, niños y adultos, en general, pero muchas se han quedado en el camino y ya no salen impresas solo están en lo digital".
La situación cambió demasiado, relata que antes los tirajes de las revistas eran de miles, porque había puestos en muchas esquinas y cada uno tenía su clientela, pero en la actualidad se están extinguiendo y los que se perduran ya no solo venden revistas, sino que buscan otras opciones como vender cubre bocas y dulces.
Don Basilio Viveros recuerda que la revista de chismes de artistas eran un éxito, la gente la apartaba días antes, había pedidos, eran más de 100 las que vendía en su puesto, “ahora si saco 5 a la semana es mucho”.
Había otras publicaciones políticas que también eran semanales y que eran traídas de la Ciudad de México por las que los señores y estudiantes venían a comprarlas, “pero esas tampoco se venden en el mismo número, es más una de ellas ya no sale cada semana, sino que es mensual y pues imagine que más salimos afectados los que las vendemos porque hay menos comisión”.
¿Qué es lo que todavía se vende?
Don Basilio comenta que en este momento lo que se vende mejor son las revistas de crucigramas y sopas de letras para personas adultas. “Si no fuera por esas revistas no sé lo que haría”.
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Comenta que hay varias ediciones que salen mensualmente y que llegan muchas personas a adquirirlas porque les hace muy bien a su cerebro, “resolviendo las preguntas pueden mantenerse bien y por eso hay un gran número de adultos mayores que llegan a comprarlas, eso es lo que tiene más venta en este momento".
