Un bebé de 23 meses murió en Gentry, Arkansas, Estados Unidos, al regresar a su casa en llamas para intentar rescatar a su perrito.
El incendio en la casa de la familia Sharp ocurrió el sábado por la noche.
Los padres del menor habían logrado salir a tiempo con el bebé en brazos, pero en un descuido, el menor regresó corriendo al interior de la casa para buscar a su mascota, un cachorrito de 6 meses.
Los padres no pudieron hacer nada para rescatarlo, fue hasta que los bomberos lograron apagar las llamas cuando encontraron los cuerpo sin vida del pequeño Loki Sharp y su perrito abrazados, con el animal rodeando el cuerpo del bebé como si hubiera intentado protegerlo del fuego, así lo informó el jefe de bomberos de Gentry, Vester Cripps.
Loki tenía ocho hermanos y hermanas, algunos de los cuales vieron a su hermano volver corriendo a la casa.
En entrevista para el canal de televisión estadounidense, WTHR 13, los padres del menor, Deshay Wilson y Kurtis Sharp, declararon que el incendio de la casa fue caótico: entre el intento de apagar el fuego y pedir ayuda, Loki volvió corriendo para salvar a su cachorro sin que alguien pudiera detenerlo.
"Hay huellas en la alfombra, donde el cachorro se acostó a su lado, para tratar de salvarlo del fuego (...) básicamente trataron de salvarse mutuamente" declaró Deshay Wilson, al medio antes citado.
"Aunque casi todas las posesiones de la familia se perdieron en el incendio, nada se compara con la pérdida de Loki", afirmaron los padres del pequeño, quienes también declararon que esperan que su tragedia sirva para que otros padres valoren a sus hijos y que nunca den nada por echo.
Los amigos y familiares han intentado recaudar fondos para cubrir los gastos del funeral de Loki y conseguir una nueva casa para el matrimonio, que perdió todo en el incendio, que se cree fue provocado por un cortocircuito.