28% creció fraude con tarjeta bancaria

  · miércoles 21 de marzo de 2018

Alma Rosa Quiroz Méndez

Tan sólo de enero a septiembre del año anterior se registraron 4.8 millones de reclamaciones por un posible fraude con tarjeta de crédito y débito, que representa 28% más que en todo 2016.

Las cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) revelan que 4 de cada 10 mexicanos disponen de al menos una tarjeta bancaria, uno de los productos financieros más usados y su evolución es constante.

Informa que en la actualidad las tarjetas sin contacto (Contactless) son la prueba de ello. A diferencia de las tarjetas bancarias con banda magnética o chip, las que son sin contacto utilizan un microprocesador inteligente que no sólo asegura la identidad del tarjetahabiente, sino que también realizan el cómputo de cifrado para proteger la comunicación con la terminal de punto de venta (TPV) y la red de procesamiento.

Agrega que estas tarjetas utilizan estándares basados en radiofrecuencia que permiten aceptar un pago con sólo aproximarla a la terminal de venta (TPV). El alcance de esta transmisión es de cuatro centímetros, por lo que el lector debe colocarse a una proximidad inmediata a la tarjeta, que difícilmente podría hacerlo alguien que desea cometer un fraude.

Además sólo es necesario introducir el PIN de seguridad en la TPV al realizar compras superiores a más de 600 pesos, lo que hace que este sistema sea cómodo para compras pequeñas.

Asimismo señala que sin importar qué tarjeta bancaria se utilice todas requieren un PIN o clave para pagar con ellas o retirar efectivo de un cajero automático. El chip que contiene la tarjeta sin contacto se comunica con la TPV a través de una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance y sólo un punto de venta genuino con una cuenta de Banco auténtica puede interactuar con ella y proceder con la transacción.

Lo mejor es que dado que los chips son prácticamente imposibles de manipular o de clonar, estas tarjetas son infinitamente menos vulnerables al fraude por falsificación que las tarjetas de banda magnética.


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