Félix Rohatyn, una importante figura de Wall Street a quien se adjudica haber salvado a Nueva York de la bancarrota murió el sábado a los 91 años de edad en su casa de Manhattan, anunció su hijo citado por The New York Times.
Este refugiado judío nacido en Austria y naturalizado estadounidense se hizo conocido en el campo de las finanzas acumulando éxitos en el sector de fusiones y adquisiciones y escalando lugares del prestigioso banco de inversión Lazard Frères (ahora Lazard).
El banquero y diplomático negoció numerosas fusiones y adquisiciones de importantes compañías como General Electric, Avis y Warner Bros, entre otras. Hábil negociador, se convirtió en un asesor escuchado por las élites políticas estadounidenses e innumerables hombres de negocios, construyendo una reputación como un hombre capaz de encontrar una solución aceptable para los problemas más difíciles. Le decían "Félix, el reparador".
The New York Times publicó que en 1978, durante una entrevista con The Associated Press, Rohatyn comparó su trabajo con el de un cirujano. "Me llaman cuando algo está roto (...). Se supone que debo operar, arreglarlo y dejar la menor cantidad de sangre posible en el piso".
Esta cualidad le valió la misión de salvar a Nueva York de la bancarrota en la década de 1970, cuando la ciudad se estaba desmoronando. Una tarea que llevaría a cabo mucho más tiempo de lo inicialmente planeado, supervisando las finanzas de la ciudad durante 18 años.
"La vida extraordinaria de Félix Rohatyn es una historia emblemática de Nueva York", dijo el alcalde, Bill de Blasio.