Las aerolíneas de bajo costo (low cost carriers) experimentan un fuerte crecimiento en América, donde ocupan ya 1 de cada 3 asientos al año, y se espera otro repunte en 2018 impulsado por la recuperación económica regional y el interés de gigantes del transporte aéreo por una parte del "pastel".
La "fiebre" por este modelo se acaba de confirmar con la entrada en operación de la argentina Flybondi, la dominicana Flycana y la canadiense Swoop, que se unen a otras que buscan ahora expandirse como Viva Air, Volaris, Azul y Wingo.
Cifras de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) muestran que las low cost carriers (lcc) alcanzaron 35% de los asientos volados en 2017 en Latinoamérica, cifra similar a la de Norteamérica (34%), donde emergieron en los años setenta.
En Estados Unidos está consolidado el modelo, con firmas como Spirit, JetBlue, Frontier, Allegiant y Sun Country, aunque la principal es Southwest Airlines, con 18.2% del mercado doméstico, solo superada por la tradicional Delta (18.3%).
En América Latina, el segmento ya mueve "casi 100 millones de pasajeros al año", explicó Luis Felipe de Oliveira, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA). Las líneas de bajo costo representaron en México 65.6% del mercado nacional y 13% del internacional en 2017, según la Cámara de Aerotransportes, con Volaris a la cabeza.