La pandemia de Covid-19 en México ha impactado a 1.2 millones de pequeños comercios que significan el sustento de más de tres millones de personas.

Cierres temporales y, sobre todo, caídas en ventas, son las principales afectaciones a las que se han enfrentado tiendas, fondas y restaurantes en los últimos ocho meses.

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De acuerdo con datos recientes de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), las ventas han caído entre 50 y 70 por ciento en comparación con los niveles previo a la pandemia.

En el sector restaurantero la situación también ha sido complicada con restricciones en el aforo de entre 30 y 40 por ciento, lo que impacta en el consumo y los ingresos de los negocios.

La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) prevé que de los más de 500 mil negocios que hay en el país, 30 mil que corren el riesgo de cerrar permanentemente.

Ante esta situación, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) ha impulsado iniciativas para empoderar a los emprendimientos con herramientas que les permitan responder a las preocupaciones de sus clientes en el contexto de la epidemia.

Programas como “Mi tienda segura”, con la que se ayudar a los vendedores a mantener su negocio operando sin riesgo durante la contingencia, y otros de soporte la IMCC brindan acompañamiento empresarial y capacitación en el ámbito económico, social y personal.

De igual modo ha apoyado con la producción y distribución de 50 mil mamparas y más de 200 mil caretas que se emplearon, en parte, para responder a las preocupaciones de los compradores y comerciantes durante esta contingencia.

Además, la IMCC se ha apoyado en actores relevantes de la industria como Concanaco, Coparmex, Pro Mujer, Kellogg, Mars, Mondelēz México, Wabi y Fundación Coca Cola, entre otros, para brindar capacidad tecnológica.

De acuerdo con datos de IAB (Interactive Advertising Bureau), antes del inicio de la pandemia, aproximadamente 99 por ciento de los pequeños comercios en México carecían de las herramientas y competencias para responder a las necesidades generadas por esta nueva normalidad.

De marzo a la fecha, el uso de plataformas y herramientas digitales se ha incrementado a un ritmo que le hubiera tomado tres años.

La IMCC subrayó que las necesidades y hábitos de consumo se han modificado, por lo que la contingencia ha hecho necesaria la innovación en todos los sectores y que la industria privada apoye los esfuerzos del canal tradicional y ponga especial atención en las nuevas necesidades del comercio local.

“Las nuevas normas de distanciamiento social e higiene han sido un catalizador para que miles de emprendimientos transformen sus servicios, ampliándolos con entregas a domicilio y programación de pedidos para llevar, a través de plataformas y aplicaciones digitales; con la finalidad de mantenerse abiertos y en funcionamiento”, destacó.

La IMCC destacó que los negocios locales son espacios que concentran la identidad de las familias mexicanas y son el punto de contacto que permite que el intercambio comercial sea una experiencia hecha a la medida de los deseos y necesidades de los clientes.

“Para mantener la economía del país en movimiento es necesario que hagamos esto juntos y sigamos impulsando al comercio de nuestra localidad”, concluyó.