La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que será la encargada de construir el aeropuerto de Santa Lucía, tuvo complicaciones para levantar la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) durante 2017, lo que implicó anomalías por 135.6 millones de pesos, según el Informe de Fiscalización a la Cuenta Pública.
Además de irregularidades en el uso de los recursos, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que la Sedena “no contó con la capacidad técnica, material y humana para ejecutar la obra”.
Debido a ello, la Secretaría tuvo que recurrir a terceros para el desarrollo de los trabajos de la barda perimetral. Es decir, subcontrató el equivalente a 79.6 por ciento del importe total.
El Ejército sólo podía ceder 51 por ciento de la construcción.
El costo estimado al inicio fue de mil 547 millones de pesos, al final construir la barda que rodea la obra costó más de dos mil 900 millones de pesos.
La ASF encontró además sobrecostos por más de 60 millones de pesos. Asimismo, otros incrementos en costos debido a cambios en los procesos de construcción por 42.5 millones y reparaciones por 9.6 millones, sin que la obra hubiera sido siquiera entregada.
En enero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la Sedena construirá las pistas en la base militar de Santa Lucía, que junto con las terminales de la Ciudad de México y de Toluca formarán parte de un Sistema Aeroportuario Metropolitano ante la cancelación del NAIM.
El Informe de Fiscalización a la Cuenta Pública advierte que “la Sedena no contó con la capacidad técnica, material y humana para ejecutar de manera directa la obra” de la barda perimetral en el aeropuerto de Texcoco.
Incluso, tras la revisión de los recursos ejercidos por los militares en el NAIM durante 2017, la ASF determinó 13 observaciones, de las cuales sólo una fue solventada, dos terminaron en recomendaciones y una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria.
En otro apartado del Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2017, los auditores señalan sobrecostos por 86.8 millones de pesos en las obras de limpieza, nivelación e instrumentación geotécnica de la pista 6, así como la pavimentación de caminos, canales y lagunas de regulación del NAIM, también a cargo de la Sedena.
Las fallas en los contratos del Ejército para el NAIM no fueron las únicas. El Informe de la ASF encontró posibles desvíos por 78.5 millones en los trabajos relativos a la instalación de pilotes para la Torre de Control, el Edificio Terminal y el Centro de Transporte Terrestre Intermodal.
La dependencia constató que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) no ejerció adecuadamente 74.5 millones de pesos en la solicitud de insumos adicionales para pilotes, y por cuatro millones más en la integración de sus precios unitarios no considerados en el catálogo original.
Las irregularidades fueron detectadas tras revisar contratos y convenios del GACM con las empresas GAMI Ingeniería e Instalaciones y Promotora y Consultora de Ingeniería.
Asimismo, el GACM pagó 7.6 millones de pesos que no fueron comprobados por el acarreo y descarga de desperdicios fuera del polígono del NAIM.
La ASF también encontró desvíos por 19.3 millones de pesos en las obras de instalación y medición de instrumentos geotécnicos en las pistas 2, 3 y 6, así como en la realización de estudios del sistema de drenaje pluvial para las intersecciones de infraestructura hidráulica, todos a cargo de la Comisión Federal de Electricidad.
FALLAS EN OBRAS CLAVE DE EPN
Además de los desvíos en obras del NAIM, el informe da cuenta de irregularidades en proyectos de infraestructura emblemáticos del sexenio de Enrique Peña Nieto.
La ASF detectó, por ejemplo, pagos indebidos por 109.1 millones de pesos en las obras del Tren Eléctrico de Guadalajara.
La dependencia halló que tan sólo en duplicidad de pagos se desviaron 14.3 millones de pesos de la obra, además de pagos no recuperables a los contratistas, quienes cayeron en retrasos de la obra, equivalentes a 53.2 millones de pesos.
Sobrecostos y precios unitarios fuera de catálogo son otras de las irregularidades que la Auditoría detectó en las obras del tren eléctrico de la capital jalisciense
De igual modo, se detectaron irregularidades en cuanto a “trabajos de mala calidad” en el Paso Express de Cuernavaca por un monto de 131 millones de pesos.
Entre las anomalías de la obra que colapsó en julio de 2017 y que costó dos vidas, destacan el ajuste de costos indirectos por un incremento superior a 25 por ciento por diferencia de volúmenes contratados, duplicidades, gastos injustificados e incumplimientos.
“En la revisión de un contrato de obra pública y dos de servicios relacionados con la obra pública en el ejercicio 2017 se detectaron algunas irregularidades en cuanto a trabajos de mala calidad, debido a que cuatro de las 12 columnas de los ejes 2 y 3 de la estructura intermedia del kilómetro 93+857 están desfasadas en relación con el eje del cabezal, e incumplimiento a los términos de referencia y a las especificaciones particulares de los servicios”, advierte el reporte.