La contracción real de 19 por ciento en los ingresos del gobierno durante abril es un anticipo de lo que viene, un faltante de 400 mil millones de pesos en los recursos que la administración de Andrés Manuel López Obrador se proponía gastar este año.
Esa cifra -que equivale a casi cuatro veces el presupuesto que se destinará como apoyo a más de ocho millones de adultos mayores- representa siete por ciento de los ingresos que el gobierno federal había calculado (5.5 billones de pesos) para este 2020.
La menor recaudación de abril reportada por la Secretaría de Hacienda fue resultado de una contracción de 73.8 por ciento en los ingresos petroleros y de 7.6 por ciento en los no petroleros. Para el economista José Luis de la Cruz esta es una de las primeras consecuencias económicas y financieras de una recesión agravada por el Covid-19.
"Si dicha tendencia se mantiene, los ingresos públicos del año serían inferiores en 400 mil millones de pesos respecto a lo presupuestado", advirtió el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Ese boquete fiscal de 400 mil millones se espera incluso si se usan todos los ahorros, una parte de los fideicomisos públicos, admitió hace unos días Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de Morena y diputado con licencia de ese partido.
El mes de abril comenzó a mostrar la afectación de la recesión económica y del confinamiento decretado para contener los contagios. Destacan disminuciones a tasa anual de 26.2 por ciento en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), de 0.3 por ciento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios y de un aumento de 8.3 por ciento en el IVA, aunque este último cayó 26 por ciento si se compara con la captación de marzo.
Las cifras, en particular del ISR, se explican por la pérdida de más de medio millón de empleo formales y la baja de seis mil 689 registros patronales ante el IMSS sólo durante abril, explicó De la Cruz.
La menor recaudación también es resultado del colapso del comercio exterior durante el cuarto mes, cuando las exportaciones se desplomaron 41 por ciento y 31 por ciento las importaciones.
La reducción en los ingresos del sector público ya se refleja en el gasto de gobierno. Su gasto de operación disminuyó 8.1 por ciento y 41 por ciento la inversión directa, advirtió De la Cruz.
Antes de confirmarse la caída en la recaudación, el gobierno emitió el 22 de mayo un decreto presidencial que ordena recortar 75 por ciento el gasto operativo para lo que resta del año.
El Sol de México publicó el viernes que este megarrecorte afectará a por lo menos 58 actividades de casi todos los ramos del gobierno federal, sin contar a empresas paraestatales y entidades no sectorizadas.
Esto implica que las dependencias deberán regresar a la Federación 75 de cada 100 pesos que planeaban gastar en lo que resta del año en rubros como la protección de derechos humanos, la búsqueda de desaparecidos, la adquisición de leche a cargo de Liconsa, la supervisión de la construcción de carreteras, la administración de cárceles federales, la atención de desastres naturales y la evaluación de la política social de la 4T.
Para José Luis de la Cruz, es preocupante que las condiciones que impactaron la recaudación en abril se mantuvieron en mayo y prevalecerán parcialmente en los meses por venir.
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