Por Marcela Ojeda Las investigaciones de autoridades endistintos países, derivadas del caso de corrupción que involucraa la empresa de construcción brasileña Odebrecht, S.A. (sincalificar), se ha extendido más allá de las fronteras de esepaís y está retrasando importantes desarrollos de proyectos deenergía e infraestructura en toda América Latina, creando efectosnegativos en Gobiernos, compañías y bancos, advirtió Moody’sInvestors Service.
En un nuevo informe, destacó que Odebrecht admitió haberpagado 788 millones de dólares en sobornos a funcionarios delGobierno en once países -además de Brasil (con calificación Ba2estable)-, incluyendo nueve en Latinoamérica.
“Varias concesiones de infraestructura han sido interrumpidasy deberán ser relanzadas como resultado del escándalo decorrupción de Odebrecht. Resolver los obstáculos legales yadministrativos de estos proyectos posiblemente demorará entre 12y 24 meses”, enfatizó el vicepresidente de Moody’s, AdriánGarza.
Detalló que una serie de contratos de concesión sobre grandesproyectos, que van desde gasoductos hasta algunos para lanavegabilidad de ríos, han sido cancelados en varios países.
Entre dichas naciones mencionó a Perú, (A3 estable); Colombia,(Baa2 estable) y Panamá (Baa2 estable), y recordó que en México(A3 negativa), las investigaciones ya están en curso.
Garza subrayó que las repercusiones de este caso de corrupciónse han sentido en toda la economía, y agregó que inclusive hancontribuido a las recientes reducciones en las proyecciones decrecimiento que Moody’s hizo para varios de estos países.
“Las compañías participantes en estos proyectos ahoraenfrentan presiones de flujo de efectivo, y los bancos que hanconcedido créditos, tanto a las concesiones como también de formadirecta a las compañías involucradas, afrontan mayores riesgos deactivos”, enfatizó.
Ante ello, advirtió que la desaceleración resultante en laejecución de proyectos limitará el ritmo en el que los paísesreduzcan la considerable brecha de infraestructura en laregión.
“Incluso antes de que surgiera el escándalo de Odebrecht, lainversión en infraestructura en América Latina ya erainsuficiente para hacer frente al déficit de la región.
“Las cancelaciones de proyectos se suman a los desafíosexistentes que los desarrolladores de infraestructura ya enfrentan,incluyendo un bajo crecimiento económico en la mayor parte de laregión; presiones fiscales que limitan las inversiones públicas yhasta riesgos relacionados con tasas de interés y divisas”,manifestó.
Dijo que de cara al futuro, la investigación sobre el caso decorrupción de Odebrecht ha arrojado luz sobre un reto importante,e impulsará a toda la región a fortalecer los procesos delicitación y las medidas anticorrupción.
“A largo plazo, todos los proyectos de desarrollo deinfraestructura se beneficiarán de las consecuencias positivasasociadas con una mayor transparencia y una gobernanza mássólida”, puntualizó Adrián Garza.