Beijing.- China expresó hoy su "firme oposición" al anuncio de Estados Unidos sobre la aprobación de una venta de armas a Taiwán por unos 330 millones de dólares, por considerarla una violación al derecho internacional y acto perjudicial a su soberanía y seguridad.
En medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China por su guerra comercial, el Departamento de Estado estadounidense aprobó la víspera la venta a Taiwán de repuestos para aviones militares por un valor de hasta 330 millones de dólares.
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El acuerdo sobre la venta, que fue presentado al Congreso de Estados Unidos para su aprobación, incluye refacciones para aviones de combate F16 y F5, y aviones de carga C130, entre otros sistemas de aviación.
En su habitual conferencia de prensa semanal, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, expresó su fuerte descontento y “firme oposición” a esta transacción, según un reporte de la agencia de noticias Xinhua.
"La venta de armas viola gravemente los principios fundamentales del derecho internacional y las relaciones, del principio de una sola China y los comunicados conjuntos entre China y Estados Unidos, y perjudican los intereses de soberanía y seguridad de China", afirmó Geng.
El vocero de la cancillería recordó que proporcionar armas a la isla violaría la soberanía china y causaría un "daño severo" a las relaciones bilaterales.
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La Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa del Pentágono, sin embargo, afirmó que la venta contribuirá a impulsar la "política exterior y seguridad nacional de Estados Unidos" y afirmó que Taiwán "continúa siendo una fuerza importante para la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región".
Geng instó a Washington a “cancelar el contrato” con Taiwán, a la que califica como una provincia “rebelde”.
China ha advertido constantemente a Estados Unidos sobre sus relaciones con Taiwán, cuya soberanía es reclamada por el gigante asiático, que es reconocido por casi todos los países del mundo bajo una política conocida como "Una China".
Estados Unidos también reconoce la soberanía china sobre Taiwán, sin embargo desde hace mucho tiempo ha cortejado a Taipei en un intento de contrarrestar a China.