El primer año de la siguiente administración federal estará enmarcado por altas presiones inflacionarias que podrían provocar, incluso, que el Banco de México (Banxico) no alcance su meta de 3.0%, alertaron miembros de la Junta de Gobierno del instituto central.
La minuta de la última reunión con motivo de la decisión de política monetaria del pasado 21 de junio, los miembros advirtieron que factores como un peso presionado por un alargamiento en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como posibles incrementos en precios de energéticos como gasolinas y gas licuado de petróleo (LP) podrían generar presiones inflacionarias el siguiente año.
“En caso de que persistan las presiones sobre la inflación mencionadas, todos (los miembros de la Junta de Gobierno) consideraron que se afectaría el ritmo de disminución de la inflación”, refiere.
“Tomando en cuenta lo anterior -agrega el documento-, destacaron que se ha acrecentado el riesgo de que la inflación presente un ritmo más lento de convergencia a su objetivo que el previsto anteriormente; algunos miembros detallaron que incluso la inflación podría no alcanzar la meta de 3.0% durante 2019”.
En 2017, la inflación fue de 6.77%, el nivel más alto desde el año 2000. Para este 2018, la expectativa de los analistas consultados es que el indicador se coloque en 4.06 y para 2019, en 3.65%.
Bajo dicho panorama, la Junta de Gobierno afirmó que se mantendrá pendiente del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), con el objetivo de adoptar oportunamente las medidas necesarias para que se coloque dentro del rango objetivo de entre 2.0 y 4.0% a tasa anual.
La política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo y fortalecer el anclaje de las expectativas.