El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) indicó que la industria agroalimentaria mexicana puede prescindir del glifosato. Sin embargo, no dio pruebas científicas de los daños que genera a la salud ni el sustituto que proteja la producción nacional, como lo hace este herbicida.
Leticia López Zepeda, directora de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec), indicó que Conahcyt obtuvo evidencia de que la producción sin glifosato puede generar más rendimientos y utilidades al campo mexicano.
"Se identificó que alternativas como el uso de herramientas desbrozadoras y prácticas agroecológicas como el retiro de maleza de manera manual, son más seguras para la salud, e inclusive hasta 30 por ciento más rentables para los agricultores", dijo en conferencia de prensa la también integrante del Conahcyt.
En la noche del martes, el gobierno mexicano decidió posponer la prohibición del uso de glifosato, que se tenía prevista para el 31 de marzo de este año, debido a la falta de un sustituto viable para este herbicida.
Al respecto, López Zepeda agregó que no era necesaria la prórroga del gobierno federal contra el glifosato, ya que se seguiría afectando la problemática de salud humana, sin dar pruebas.
"Los grandes monopolios, que buscan beneficios económicos, acusan que habrá crisis de producción. No pueden hacerse deducciones extremistas solo por el no uso de un herbicida, es ignorante y debe de parar ya", acusó.
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Yanett Gallegos, directora de investigación en Altus Biotech, empresa dedicada al desarrollo de productos biológicos para el campo, afirmó que la Conahcyt identificó más de tres bioherbicidas en el mercado nacional e internacional capaces de reemplazar al glifosato.
En México, existen tres alternativas al herbicida desarrolladas por pequeñas y medianas empresas. Estas pueden utilizarse de manera inmediata y se encuentran en proceso de aprobación ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), indicó Galleos.
Además, la directora de Altus Biotech aseguró que la capacidad de producción de los bioherbicidas mexicanos asciende a 3.6 millones de litros al año, cantidad suficiente para cubrir las necesidades del sistema agroalimentario.
DESCONOCEN EL TRABAJO DEL CAMPO
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) dijo a El Sol de México que las herramientas que proponen los expertos del Conahcyt son rudimentarias, ya que no son campos pequeños que se deben proteger con herbicidas, sino terrenos de grandes hectáreas.
"Es gente que está en el escritorio, que no sabe cómo se trabaja en el campo, que le pregunten a los productores, ellos son los afectados. Es una necedad de los ideólogos en el Conahcyt de quitar este producto que se debe manejar con cuidado y que ha mostrado efectividad", agregó.
Según Anaya, lo que hace el glifosato es que el campo no pierda productividad y se utiliza en más de 40 por ciento de los productos en México, principalmente en el sureste, donde por el clima y las características es más propenso que salga la maleza. El directivo agregó que este herbicida es utilizado principalmente en cultivos de maíz, trigo y sorgo.
La Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (Umfaac) advirtió que 40 por ciento de la producción de cereales y otros cultivos del país se verán en riesgo de perderse si se aplica la prohibición del gobierno federal. Indicaron que el decreto que publicó el gobierno federal en un inicio fue un error, ya que México es el único país de todas las grandes agriculturas del mundo que busca prohibir el glifosato.