El Banco de México (Banxico) dijo que entre enero y julio se dejaron de producir 383 mil automóviles en el país por la falta de chips a nivel mundial.
Esta cifra representa 10 por ciento de la producción total de 2019, es decir, antes de la pandemia, cuando se armaron poco más de tres millones 750 mil unidades en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Los chips o semiconductores son empleados en diferentes ramas y productos, como consolas de videojuegos, celulares o equipos de cómputo, y su función es aislar o distribuir la electricidad.
Casi desde inicios de año, las principales empresas fabricantes como Samsung y Qualcomm reportaron fallas para abastecer la demanda de estos chips, necesarios en sus productos y también para satisfacer otros mercados.
Se estima que las computadoras y teléfonos celulares fueron los principales productos que impulsaron la demanda de semiconductores en el mundo, según la consultora de tecnología, International Data Corporation (IDC).
La escasez se agudizó meses después de que millones de personas en el mundo se resguardaron en sus casas y surgieron necesidades para trabajar o distraerse, señaló Banxico en el reporte Estimación del impacto de las disrupciones en el suministro de insumos sobre la producción automotriz y la actividad económica.
Según el banco central, el freno en la producción de los 383 mil vehículos en el país dejó de aportar 0.58 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021.
Añadió que, según directivos de las armadoras, ante la escasez de este insumo, las plantas se han visto obligadas a realizar paros técnicos parciales o han incrementado la producción de vehículos cuyos componentes no incluyen chips.
Algunas de las productoras instaladas en México son Nissan, Kia, Honda, Toyota, Mazda, JAC, General Motors, Stellantis, Ford, Volkswagen, Mercedes Benz y BMW, la mayoría de ellas provenientes de Japón, Alemania y Estados Unidos.
La mayoría de los cierres temporales ocurrieron entre enero y marzo de este año, con suspensiones que fueron desde tres hasta 18 días, pero se prolongaron o repitieron con mayor frecuencia durante el segundo trimestre.
Destaca el caso de Volkswagen, que logró un convenio con el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México a inicios de junio para detener parcialmente las operaciones por cinco semanas.
Este arreglo incluyó el cese de producción en diferentes modelos, como la Tiguan, Jetta o Taos, bajo vacaciones adelantadas o el pago de casi 70 por ciento de un salario semanal.
Las estimaciones del banco central añaden que sólo entre agosto y diciembre de este año se dejarán de producir 467 mil vehículos en el país por la escasez de chips. Dicho pronóstico supone que la producción se recuperará, en el mejor de los casos, a inicios del cuarto trimestre.
Si se cumple esta predicción, la industria automotriz dejará de aportar 0.71 por ciento al PIB nacional, al tiempo que las actividades secundarias retrocederán 1.54 por ciento al cierre de 2021.
En el peor de los escenarios, añade Banxico, la falta de semiconductores frenará el ensamblaje de 657 mil unidades en México, lo que equivaldría a 17.18 por ciento de la producción del 2019.
Esto provocaría una caída de 0.99 por ciento en el PIB, con un retroceso de 2.16 por ciento en el rubro secundario.
“En la medida en que se anuncien retrasos en el suministro de semiconductores habrá una mayor probabilidad de que este último escenario se materialice”, resaltó Banxico.
Pero los problemas en el suministro de insumos incluyen también el acero, resinas para producir autopartes de plástico y gas, entre otros, lo que se ha reflejado en un incremento en los costos de producción de los vehículos, de acuerdo con el banco central.
Adicionalmente, las empresas del sector automotriz han enfrentado problemas de logística, especialmente por la escasez de contenedores y la ralentización de la actividad portuaria en Asia, por rebrotes de contagios que han limitado la importación y exportación de productos.
El estudio añadió que los directivos del sector de la construcción también anticipan una disminución en la edificación de nuevos espacios industriales y en proyectos de ampliación de fábricas automotrices, como consecuencia de los problemas que enfrenta la producción de vehículos.
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