Miguel Molina, ex reportero de la BBC en Londres y actual consultor en comunicación y cambio climático en Ginebra, Suiza, destacó en la Universidad Veracruzana (UV) que el principal obstáculo para frenar el cambio climático en el mundo es el dinero.
El periodista oriundo de Misantla, Veracruz, habló de “Los peligros del cambio climático en México”, tras la presentación por parte de autoridades universitarias del opúsculo Veracruz ante el cambio climático: Acciones mínimas 2019-2024. 65 propuestas, el lunes 11 de marzo en la sala anexa de Tlaqná, Centro Cultural.
Ambas actividades fueron organizadas por la Dirección de Comunicación de la Ciencia y el Programa de Estudios del Cambio Climático de esta casa de estudios (PECCUV).
Miguel Molina partió de recordar que la Revolución Industrial (1760-1840) generó notables cambios demográficos, sociales, económicos y ambientales; y que ya desde 1824 escritos científicos daban cuenta de las temperaturas de la tierra, así como de los efectos causados por algunos de los gases que ya producían en esa época.
Respecto a la emisión de los gases que producen el efecto invernadero, citó que de 1990 al 2010 en México se incrementó un 33%. El problema es que “no se ven y ojos que no ven, corazón que no siente, autoridad que no actúa, pueblo que no se da cuenta”.
Honduras, por ejemplo, prácticamente no produce gases de efecto invernadero, pero eso no significa que no los padezca, “es la indefensión de los países pobres ante los fenómenos climáticos extremos”. Para él, quienes más pierden son las personas cuyas condiciones sociales son pobres (principalmente las de la tercera edad, mujeres y población infantil).
Chile y Argentina son países que también producen pocos gases de efecto invernadero, el porcentaje se incrementa en México y, sobre todo, en Brasil; pero “todo palidece” cuando se observan las cifras de Estados Unidos (EEUU), China e India.
“La cantidad de gases que genera un habitante de EEUU en un día, equivale a la cantidad que genera una persona de casi cualquier lugar de África Subsahariana en un año”.
Para él, en el mundo hay un crecimiento de manera descontrolada porque éste es visto como equivalente al desarrollo y, a su vez, a prosperidad, “pero el precio que pagaremos será muy alto”. Pese a las cumbres mundiales que se organizan para atender la problemática, no se logran los acuerdos que se requieren.
“En Potsdam, Alemania, se llegó a un acuerdo muy importante: crear un fondo de un trillón de dólares para hacer frente a los costos de mitigación y adaptación al cambio climático, y de transferencia de tecnología entre países desarrollados y pobres. Todos estuvieron de acuerdo, pero no en quién iba a dar cuánto, quién lo manejaría y quién iba a administrar.
”Ahí, todas esas intenciones de los 192 países (que después en 2009 participaron en la Cumbre de Copenhague y años después vinieron a Cancún y acaban de estar en París) se vinieron abajo. El dinero es el principal obstáculo para frenar el cambio climático.”
La falta de auténtica atención al problema ha provocado que no se reduzcan los niveles de contaminación y que el planeta se siga calentando. Por otro lado, precisó que si se rebasan dos grados respecto a la temperatura promedio que había al finalizar la Revolución Industrial, hay riesgos importantes de hambruna, inundaciones costeras y paludismo. Un elemento más que prefirió citar aparte fue el de la sequía, pues dijo que no se refiere únicamente a que dejará de llover, sino a la ausencia de agua potable.