Las oficinas de Clip ocupan dos pisos en la exclusiva Torre Manacar sobre Insurgentes Sur en la Ciudad de México. Aquí, los mayores de 40 son un animal raro, muchachos con sus laptops caminan apresurados en sus pasillos de colores chillones sorteando un mar de escritorios y computadoras, donde los tecleos interminables marcan el compás.
Agitado, vibrante, inquieto, el ambiente es inconfundiblemente el de una empresa nacida en Silicon Valley, pero no es Uber o Google, tampoco Amazon. Estas son las oficinas de quizá la startup mexicana más exitosa de los últimos años.
Una frase resume bien lo que está pasando acá. Sobre una de las vigas del auditorio de la empresa se leen las palabras de Winston Churchill: “Ser perfecto es haber cambiado continuamente”.
Hasta el último año Clip era únicamente conocida como la empresa creadora de las icónicas terminales punto de venta móviles color naranja que se conectan a celulares y tabletas.
Sin necesidad de contratos o cuotas mínimas, Clip permite a cualquier comercio aceptar pagos con tarjeta de crédito, débito, vales y puntos fácil y rápido.
Sus clientes, la mayoría pequeños comercios registran su CLABE interbancaria y reciben el dinero hasta en 24 horas hábiles sin la necesidad de haber gastado 20 mil pesos, que es lo que cuesta una terminal bancaria tradicional. La iteración más básica de Clip cuesta apenas 300 pesos y puede ser comprada en tiendas de conveniencia, internet y supermercados.
“Nuestra visión siempre ha sido la misma, empoderar a los negocios para que acepten todos los métodos de pago y ayudarlos a que tengan crecimiento y esa seguirá siendo nuestra idea y filosofía”, dice Ricardo Muñoz, director de Marketing de Clip.
“La principal fricción que tienen en general los negocios en México es aceptar métodos de pago como son las tarjetas de crédito, débito y vales más rápido. Si vas a un banco para conseguir una terminal son necesarios más de 100 días para aceptar las mismas tarjetas que acepta Clip en el momento de la compra”.
Según el ejecutivo, el dispositivo ha permitido que muchas empresas pequeñas que no podían competir con los grandes negocios del retail ahora lo hagan.
Sin embargo, algo está cambiando al interior de esta empresa. En lo que es parte de un desdoblamiento corporativo y una diversificación de su portafolio, en el último año la empresa ha lanzado cuatro nuevos productos.
Clip Plus es una nueva versión de la terminal clásica pero que ya se conecta vía Bluetooth a los teléfonos inteligentes y cuenta con un teclado para introducir el NIP que algunas tarjetas exigen.
Asimismo, Clip Pro es una terminal autónoma con internet incluido que ya no requiere del soporte de un teléfono.
De manera paralela, la compañía lanzó al mercado Recargas Clip, que permite a los comercios ofrecer tiempo aire de Telcel, Movistar, AT&T y Unefon sin comprar saldo por adelantado. Por último, Catálogo Clip es un software que permite a los negocios organizar productos y mantener el inventario actualizado sin ningún costo adicional, con funcionalidades de categorización, control de inventario en tiempo real y lector de código de barras.
Es así como Clip, en sólo un año, ha migrado de ser una empresa únicamente proveedora de hardware, como son las terminales, a un híbrido que combina al software para aportar soluciones tecnológicas enfocadas en comercios.
“Somos una empresa de tecnología y Clip no sólo trata de métodos de pago sino de cómo vamos dándole ese valor agregado al negocio al hacerle las cosas más fáciles. Entonces, lo que estamos haciendo es justo armar un portafolio y seguir ayudando a los negocios a que tengan mejores herramientas de trabajo para su día a día.
“El mercado es el que pide estas soluciones. Clip es un ecosistema en estas dos dimensiones, a nivel hardware dispositivos que se adecúen de una mejor manera porque las necesidades de cada negocio son diferentes, y software, que son herramientas, todo orientado al negocio”.
HIJO DE PAYPAL
Clip es la creación de Adolfo Babatz, quien antes había trabado como asesor en Grupo Kuo –uno de los conglomerados más grandes de México con inversiones dentro de los ramos alimenticio, químico y automotriz– y analista en The Carlyle Group.
Durante cuatro años estuvo a cargo de las operaciones de PayPal en México y gerente de producto y lealtad para América Latina, donde lideró el desarrollo de nuevos productos asociados a la transferencia de dinero.
Esta experiencia previa como facilitador de métodos de pago fue la semilla creadora para Clip años más tarde, en 2012, junto con Vilash Poovala. Previamente, los socios habían propuesto para PayPal una nueva modalidad de pagos similar a la que hoy es Clip, pero nunca se concretó.
De acuerdo con su biografía autorizada, la oportunidad de Adolfo surgió cuando en Estados Unidos salió al mercado Square, una solución de pagos móviles y vio cómo la solución que habían desarrollado en PayPal despegaba en aquel país, por lo que Adolfo renunció para fundar y dedicarse a Clip.
Durante sus primeros dos años la empresa creció 800 por ciento y consiguió en una ronda de inversión inicial alrededor de ocho millones de dólares.
Con el tiempo, Adolfo se ha convertido en referente del ambiente emprendedor mexicano y ha ganado reconocimientos por parte de Endeavor México como “Emprendedor del año” y por la revista Expansión como una de Las 30 promesas en los 30.
En una entrevista realizada por el emprendedor Roberto Ibarra, Babatz confesó que luego de un arranque exitoso durante 2014, Clip comenzó a perder foco de su principal objetivo: las pequeñas y medianas empresas, por lo que tuvo que reorientar sus esfuerzos.
“Yo por goloso, por atascado, por como le quieras decir, empecé a ver que a lo mejor podíamos hacer más cosas. Desenfoqué a la compañía, la desenfoqué a tarjeta no presente y a comercios grandes. Entonces estábamos haciendo de chile, de dulce y de manteca.
“Cometí un montón de errores en las contrataciones a medio camino. No habían responsabilidades claras. Eso llevó a muchísimos cambios dentro de la compañía”, compartió Adolfo en esa entrevista.
Ricardo Muñoz, director de Marketing de Clip, disculpa a Adolfo con El Sol de México por no estar presente. Según alude su equipo, Adolfo ha optado por retroceder un poco de los reflectores para darle mayor espacio a sus colaboradores.
Ricardo describe a Adolfo como “un líder inspiracional” en la compañía, y como quien ha establecido una ruta de negocios de valores clara en Clip, al saber delegar responsabilidades en unidades de trabajo con objetivos claros.
“Él es muy cercano y está con todos los equipos buscando qué es lo que hay afuera. Evidentemente hay que justificar qué acciones vamos a hacer y por qué vamos para adelante y lo que buscamos todo el tiempo es estarnos reinventando internamente en procesos, en equipo, para poder llevar las soluciones de una manera tangible al mercado”.
ÁGIL Y HORIZONTAL
Ricardo explica que la diversificación en el portafolio de Clip responde a necesidades claras de mantenerse vigentes en un mercado que cambia súbitamente.
La introducción de un equipo como Clip Plus con Bluetooth se explica ante el surgimiento de teléfonos inteligentes sin puerto para audífonos mediante el cual la primera terminal de Clip se conectaba. La terminal autónoma Clip Pro hace sentido ante el surgimiento de negocios basados en delivery y que requieren cobro en el sitio de entrega.
En el panorama, la empresa sabe que hacia el futuro se dejará de usar el plástico y se pasará a tecnologías como el reconocimiento facial o biométricos, por lo que se dicen preparados para estos cambios. Es así como la empresa ha tenido que adoptar un ritmo continuo de alteraciones en el mercado y establecer soluciones que se adecúen.
A nivel organizacional, Clip trabaja de manera ágil reduciendo lo que Ricardo llama “burocracia” en equipos multidisciplinarios de trabajo autocontenidos, pero supervisados cuidadosamente.
“El mejor ejemplo es que en un año lanzamos tres productos de software y hardware. Entonces, no es tanto qué tan fácil o qué tan complicado, sino qué tan oportuno es para las necesidades que hay allá afuera.
“Evidentemente esto está tomando mayor velocidad y habla mucho de la estructura que estamos formando a nivel organizacional. La velocidad la dicta el mercado y ahí es donde nosotros tenemos que emparejarnos. Tiene sus complicaciones, pero la idea y la visión de la compañía es siempre estar ahí, estar en el tiempo correcto con las implicaciones que eso lleve a nivel interno. Pero la simplicidad de todo eso tiene que ser para el consumidor, no para nosotros. La complejidad la absorbemos nosotros”.
Apenas en mayo pasado, el grupo japonés Softbank –importante inversionista de negocios de altos vuelos como WeWork, Uber, Slack o Nvidia– dio a conocer que había invertido en Clip 20 millones de dólares.
Luego de la transacción, la valoración de la compañía aumentó entre 350 y 400 millones de dólares, y el financiamiento total de la empresa alcanzó a la fecha un aproximado de 160 millones de dólares.
Según Ricardo, el capital adquirido recientemente fue destinado para ensanchar el róster de talento en la empresa, acelerar la salida al mercado de nuevos productos y fortalecer el mercadeo de la marca en todo el territorio nacional.
Actualmente Clip sólo se vende en México y según el ejecutivo no se tienen planes de expansión hacia otros mercados. Se le hace notar a Ricardo la disonancia que esto supone, pues según reconoce existen otros mercados con las mismas carencias que México y que incluso han pedido que Clip llegue a otras latitudes.
“La oportunidad aquí es muy grande, México es un país donde todavía la inclusión financiera y la penetración de este tipo de dispositivos es muy baja.
"Y es normal, había estado mucho tiempo arraigada con este freno bancario por decirlo así y estamos entrando prácticamente a romper ese esquema. Entonces, hoy el foco es México y hoy queremos centrarnos en que todos los negocios acepten tarjeta con Clip.
“A nivel mundial y en un tema tecnológico, lo primero es expansión y es un tema de buscar otros negocios. Nosotros seguimos firmes en ese aspecto de centrarnos en los negocios mexicanos, en las necesidades de hoy en México para facilitar y apoyar en un tema de inclusión financiera al país. Lo que queremos contar es esa primera historia fintech mexicana de éxito y nos estamos enfocando en eso y por eso México seguirá siendo el foco de la compañía”, finaliza Ricardo.