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Al inicio de la pandemia del coronavirus, entre marzo y mayo, el número de nuevas personas buscando trabajar a través de Workana, la plataforma de freelancers más grande de toda Latinoamérica, prácticamente se duplicó, platica su co-fundador Guillermo Bracciaforte.
“Vimos un crecimiento muy fuerte, antes estábamos en un total de tres millones de freelancers registrados y con la pandemia ahora estamos en tres millones 300 mil; 100 mil nuevos usuarios registrados cada mes, practicamente duplicamos el número al que estábamos acostumbrados. Hay un efecto grande de nuevas personas buscando empezar a trabajar online ya sea por haber perdido el trabajo o porque se encuentran en casa y no pueden ir al trabajo”, explica.
Ahora, con números récord sumándose todos los días, la plataforma se encuentra tratando de entender este nuevo contexto en el que el trabajo a distancia hace más sentido que nunca, según explica su directivo a El Sol de México.
Workana es la herramienta de freelance y trabajo remoto más grande en el mercado latinoamericano, en la que empresas o personas con un proyecto específico encuentran el talento indicado y a su vez los profesionistas independientes reciben propuestas de trabajo.
Los empleadores publican la necesidad que tienen y reciben por parte de los trabajadores independientes propuestas con presupuestos. Se revisan los perfiles, se elige uno, chatean en tiempo real sobre el trabajo y el costo, y llegan a un acuerdo.
Las áreas en las que se pueden publicar trabajos pasan por todas aquellas que puedan realizarse de manera remota, como programación, desarrollo web, redacción y traducción, diseño, arquitectura, asesoría legal o ventas, por ejemplo.
El empleador realiza el pago en la plataforma y queda retenido hasta que el trabajo queda concluido satisfactoriamente, evitando así a los freelancers la necesidad de perseguir su paga. Así es como los empleadores ubican a talento confiable a kilómetros de distancia, incluso en otros países, y, por su parte, los profesionistas independientes se hacen de una cartera de clientes que les facilita contar con ingresos más constantes.
“Lo que hacemos es intermediar y ayudar a que las partes tengan que hacer menos cosas de las que tendría que hacer si trabajaran sin nosotros. En el caso de los freelance, tratamos de tener un flujo constante de proyectos y clientes los cuales ellos tendrían que ir a buscar por sus propios medios. Tratamos de facilitarles los medios de cobro y eso invita a que generaciones nuevas directamente conozcan y prueben el mundo freelance”.
Según explica Guillermo, antes de la pandemia el trabajo a distancia estaba siendo ejercido principalmente por profesionistas jóvenes por sus bondades de independencia para elegir los proyectos y no ser empleados de una compañía.
Sin embargo, debido a la recesión mundial generada por la pandemia de Covid-19, así como por el encierro masivo, Workana ha registrado aún mayor demanda desde las dos vías. Por una parte las empresas han adelgazado sus planillas con el fin de reducir costos y buscan talento independiente; en tanto, miles de personas que han terminado en el desempleo, a veces imposibilitados para salir, están encontrando en la plataforma una fuente estable de ingresos.
“Lo que vemos es que hay quiebre a partir de la pandemia, donde se entiende el trabajo remoto de otra forma, mucha gente descubrió que esto se puede hacer y se puede hacer bien.
Las empresas vieron que la transformación digital que habían atrasado durante años ahora la necesitaban más que nunca para poder mantener cierto nivel de ventas. Por su parte, para las personas es una forma de reinsertarse en el mercado laboral, y quién sabe después, porque cuando uno conoce esto es más difícil querer volver al trabajo de nueve a seis de la tarde todos los días”.
No importa donde estén las personas, lo importante es que saben hacer el trabajoGuillermo Bracciaforte. Fundador de Workana
EL FUTURO DEL TRABAJO
Workana es la creación de Guillermo Bracciaforte, Tomás O’Farrell, Mariano Iglesias y Fernando Fornales, todos con experiencia en empresas digitales ya sea como desarrolladores o directivos.
Según cuenta Guillermo, el concepto de Workana surgió en la Argentina de 2011 luego de que Tomás encontrara mediante la web a un editor en Filipinas, quien le produjo un video con motivo del cumpleaños de su hijo. “Cuando llega el video, (Tomás) me lo manda por correo y me dice 'esto está genial, nunca vi a esta persona pero el trabajo es excelente, ¿por qué esto no lo tenemos en América Latina?' Ahí es cuando empezamos a reflexionar que estaba faltando algo parecido en nuestro idioma", relata el co-fundador.
“Las plataformas que existían estaban pensadas solamente en inglés y arbitraje geográfico de personajes en Estados Unidos, contratando personas en Pakistán, México, India o Filipinas. Entonces dijimos 'bueno, tendremos que hacer una plataforma enfocada en nuestra región, nuestras costumbres, nuestra metodología, con profesionales locales'”.
La plataforma contaba apenas con 25 mil usuarios cuando el Daily Mail and General Trust –dueño del diario británico The Daily Mail y que ya había invertido en startups relacionadas al empleo– lideró la segunda ronda de inversión aportando medio millón de dólares.
Ocho años y tres millones de usuarios registrados después, la plataforma ha logrado inversiones por 10 millones de dólares con presencia en todo el mundo.
Con el tiempo Guillermo se ha convertido en embajador del trabajo a distancia como la nueva realidad del mercado laboral, dando conferencias y entrevistas. Según él, el trabajo diario en una oficina con horas definidas está perdiendo vigencia ante la necesidad de los nuevos profesionistas de controlar sus propios tiempos así como sus ingresos.
Además del incremento en los usuarios en Workana, Guillermo explica que la diversidad de plataformas que están buscando trabajo vía remota se ha ampliado a profesiones u ocupaciones que antes no lo hacían, como asesores de imagen, psicólogos o coaches de vida.
“Yo le llamo la súper digitalización del trabajo. Mucha gente ahora va a poder acceder a profesionales de todo tipo que antes tal vez eran muy caros, por ejemplo un entrenador personal.
Ya estaba pasando desde hace un tiempo con arquitectos, abogados o contadores, que eran áreas que ya trabajaban independientes, pero que hoy también encuentran proyectos y nuevos clientes a través de esta plataforma”.
Sin embargo, a raíz del incremento del freelance en el mundo, Guillermo espera que estas nuevas personas se enfrenten a los retos de aprender a cobrar por su trabajo, encontrar nuevos clientes, o definir su línea de negocio.
Por ejemplo, el contexto pone de relieve el atraso en el que se encuentran las legislaciones laborales del mundo, las cuales están batallando para comprender, adaptar y normar las nuevas relaciones entre profesionales y empresas, así como la precarización laboral que del trabajo freelance puede emanar.
Teniendo en cuenta estos retos, dice Guillermo, la pandemia puede resultar en un catalizador para empujar de manera positiva esta agenda aún pendiente, así como los beneficios de la globalización del empleo a distancia.
“No importa donde estén las personas, lo importante es que saben hacer el trabajo y hacerlo bien. Creo que con la pandemia de coronavirus eso se está demostrando y está ayudando a que muchos cambien la cabeza. Vamos quebrando ese paradigma, democratizando el acceso a oportunidades de trabajo freelance donde antes era más difícil para una persona empezar a desarrollarse.
Estamos tratando de entender el contexto y ayudar a las empresas a digitalizarse y a los profesionales a conseguir trabajos en la plataforma y la verdad que nosotros somos uno de los beneficiados y queremos aprovecharlo”.
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