En los primeros cinco años de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el peso mexicano acumula una depreciación de 47.6%, la mayor caída desde el 173% observado en el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando ocurrió la crisis “del tequila”.
Así, de acuerdo con un análisis realizado por El Sol de México, con base a datos de el Banco de México (Banxico), resulta que el tipo de cambio spot (para operaciones al mayoreo), del tres de diciembre de 2012 (primer día hábil del presente sexenio), a la fecha ha subido de 12.96 pesos a 19.13 por dólar, lo que arroja un incremento de 6.17 pesos.
Especialistas destacan que el tipo de cambio ha sido una de las variables con mayor volatilidad de los últimos años, resultado de diferentes factores, como la normalización de la política monetaria en países en desarrollo, la caída del precio internacional del petróleo, la presidencia de Donald Trump, así como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y el incremento en la deuda pública en México.
“Cabe recordar que el principal catalizador de la volatilidad cambiaria durante la segunda mitad del año ha sido el proceso de renegociación del TLCAN, el cual sigue en curso, pero no se anticipan noticias relevantes hasta finales de enero, cuando se acerque la sexta ronda“, sostiene Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
El recuento: La estabilidad
El tipo de cambio comenzó esta administración en 12.96 pesos por dólar y se mantuvo en un rango de entre 11.95 y 13.20 hasta el 11 de septiembre de 2014, en el marco del llamado “Momento mexicano”, resultado de la reciente aprobación de las reformas estructurales.
Sin embargo, para finales de 2014 el billete verde se subió a una escalera y se mantuvo en una firme tendencia al alza, presionado principalmente por el desplome que reportaban los precios internacionales del petróleo.
En este sentido, el dólar comenzó 2015 en niveles de 14.81 pesos, es decir, 1.66 pesos más caro que un año antes.
Sin embargo, la expectativa de inversionistas de una inminente normalización de las tasas de interés en los países desarrollados -tras la crisis financiera global de 2009-, comenzaría a presionar al mercado cambiario, a diferencia del desdeñado anuncio -en aquél entonces-, que lanzó Donald Trump en junio de ese 2015 sobre sus aspiraciones presidenciales.
De esta manera, en los primeros cinco años de esta administración federal, la moneda mexicana acumula una depreciación de 47.6 % (al subir el tipo de cambio de 12.96 a 19.13 pesos por dólar), lo que representa la mayor pérdida para el peso desde la caída de 173 % en el sexenio de Ernesto Zedillo y cuando la divisa estadounidense subió de 3.49 a 9.40 pesos por dólar.