El sector cervecero también está sufriendo los embates de la inflación en México, que alcanza su nivel más alto en dos décadas. Heineken, una de las principales compañías del país, analiza el impacto por el alza en el costo de los insumos y la posibilidad de elevar el precio de sus productos al consumidor final, según su presidente local.
“La inflación en la cadena de suministro (...) está subiendo. Es evidentemente el mayor reto para nosotros”, dijo Guillaume Duverdier, nuevo CEO de Heineken México, en entrevista con El Sol de México.
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El directivo, que llegó a México al inicio del año para comandar la empresa, apuntó que si bien se vieron alzas de precios en insumos al principio de la pandemia, los movimientos geopolíticos de las últimas semanas han agravado esta situación.
El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha afectado las cadenas de suministro de materias primas, como el trigo y la cebada, provocando alzas en sus precios de 21 y 33 por ciento, respectivamente, de acuerdo con agencias.
Además, al ser ambos países productores de fertilizantes, los costos de estos insumos han aumentado más de 40 por ciento, impactando a la industria agroalimentaria.
Duverdier destacó que en el caso de Heineken México se ha mantenido una estrategia de consumo local, por lo que 70 por ciento de la cebada que consume la empresa para la fabricación de sus productos se cosecha en el país.
En ese sentido, descartó que haya escasez de insumos como la cebada en el corto plazo, aunque no descartó que ocurra en el futuro debido al conflicto bélico.
“Por el momento no veo a corto plazo ningún problema (...) Esperemos que mejoren las cadenas de suministro mundial”, dijo.
Sin embargo, resaltó que el alza en los precios de los combustibles, derivada de los incrementos internacionales del crudo, ha impactado a la compañía principalmente en la distribución.
“Es donde más nos pega, porque tenemos una gran red de distribución, entonces evidentemente eso nos toca y es un reto, como en otras industrias, al que necesitamos adaptarnos”, indicó.
El directivo apuntó que en Heineken estudian diferentes soluciones para adaptarse a este entorno de altos precios, y tratar de no impactar a los consumidores finales.
A pregunta expresa sobre si prevé un alza en el precio de la cerveza a la venta al público, respondió que es “un dilema” al que se enfrenta la compañía.
“Por un lado tenemos la subida de los gastos que tenemos que integrar de una manera u otra, y del otro tenemos que cuidar que el cliente no baje su consumo por la subida de precios (...) Estamos estudiando ahora cómo tomar buenas decisiones que permitan absorber los precios sin perjudicar el bolsillo de los clientes”, dijo.
En caso de que la situación les lleve a subir sus precios, Duverdier confió en que el consumidor mexicano entienda el entorno internacional actual, y añadió que jamás van a comprometer la calidad de sus productos.
CUMPLIR CON EL AMBIENTE
Una de las principales metas de Heineken a nivel global es reducir a cero sus emisiones de carbón hacia 2040, una década antes que el objetivo de la ONU.
En México, Duverdier dijo que cumplirán con esta encomienda incluso si se aprueba la reforma energética enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso.
La iniciativa de reforma ha sido criticada por grupos ambientalistas por impulsar una agenda basada en combustibles fósiles.
El directivo señaló que desde Heineken están atentos a la discusión legislativa, pero aseguró que buscarán fuentes de energía renovable para cumplir.
“Por el momento no está decidido (la reforma), pero nos adaptaremos. Una cosa importante es que no vamos a cambiar nuestros compromisos, que son muy fuertes, y tendremos que buscar, de una manera u otra, fuentes de energía verde”.
El CEO refrendó el compromiso con México: “Mantenemos la confianza porque vemos las cosas a largo plazo y seguimos invirtiendo”.