El precio de la mezcla mexicana de crudo se hundió hasta -2.37 dólares por barril este lunes, en una sesión histórica que algunos analistas calificaron como el “11 de septiembre petrolero”.
La cotización significó un desplome de 116 por ciento en la cotización del crudo mexicano respecto al cierre del viernes.
Con este resultado, la mezcla mexicana de exportación cotizó por primera vez en su historia por debajo de cero dólares, impactada principalmente por una fuerte caída del WTI.
“Lo que ocurrió este lunes es el 11 de septiembre de 2001 petrolero. El mundo petrolero no va a volver a ser el mismo”, dijo Gonzalo Monroy, analista del sector.
La falta de espacio de almacenamiento llevó a los operadores a negociar los contratos del WTI para entrega en mayo, que expiran hoy, en -37.63 dólares por barril.
Ese nivel significa que los productores están dispuestos a pagar cerca de 40 dólares a sus compradores para que se lleven sus barriles.
Monroy refirió que el nivel de almacenamiento a nivel mundial está agotado físicamente, debido a que no hay salida del petróleo ni sus derivados ante el desplome de la demanda por la parálisis en la actividad económica por la pandemia.
Recordó que de acuerdo con estimaciones internacionales, se esperaba que el tope de almacenamiento llegara en la segunda semana de mayo, pero se alcanzó prácticamente un mes antes.
“Como los productores no tienen capacidad de almacenamiento, pagan cantidades estratosféricas con tal de que alguien se lleve su petróleo porque no tienen donde ponerlo y atrás tienen más producción y no se pueden dar el lujo de guardarlo”, comentó a El Sol de México.
La crisis por el coronavirus Covid-19 y el confinamiento ha provocado que se deje de consumir combustible en el mundo, por lo que el petróleo no se está comercializando, pero su producción continúa.
Como consecuencia se ha dado este desplome de los precios que entre sus principales implicaciones, dijo, conllevará el cierre de muchas empresas de fracking en Estados Unidos los siguientes 14 días. A ese mercado se dirige la mayor parte de las exportaciones de petróleo de México.
En el caso de Pemex, dijo que va a sobrevivir por ser una empresa estatal, pero adelantó que registrará su peor trimestre, e incluso el peor año en su historia.
De acuerdo con Octavio Romero Oropeza, el director de Pemex, el costo de producir cada barril de crudo en 2019 fue de 14.2 dólares por barril, aunque asegura que en algunos campos —Teekit, Ixachi y Mulach— es de 4.8 dólares por tonel.
La Secretaría de Hacienda ajustó recientemente sus previsiones para la mezcla mexicana de petróleo a un precio promedio de 24 dólares por barril, desde un previo de 49 dólares, al anticipar una contracción de la economía de 3.9 por ciento en este año.
“Las empresas estatales como Pemex, o las mas grandes como Aramco, son las que van a sobrevivir, y no porque sean eficientes sino porque son parte del Estado y éste no puede desaparecer”, refirió Gonzalo Monroy.
Carlos Huerta, exasesor de Pemex, añadió que los resultados de este lunes no son más que la reacción del mercado petrolero a lo que calificó como “una de las crisis económicas más severas de los últimos 100 años”.
“El mercado energético está gritando para que se actúe en consecuencia. El plan de acción debe estar dirigido a nivel mundial y a nivel nacional. Las economías desarrolladas y emergentes de diversos modos de producción, así como las principales instituciones económicas globales deben de acordar los términos de un nuevo orden económico y financiero postpandemia”, dijo refiriéndose a la crisis por el coronavirus Covid-19.
En el caso de México, opinó que se deberá incrementar el gasto público y, por ello, el gobierno deberá endeudarse interna y externamente para ampliar los programas de asistencia social, masificar un seguro de desempleo y apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Finalmente, Arturo Carranza, analista del sector energético, subrayó que la caída de los precios a futuro se refiere a las ventas de barril programadas para mayo. Para junio se espera una recuperación, con la apertura paulatina de algunas industrias, con lo que también vendría un alza en los precios internacionales del petróleo.