Las empresas transnacionales enviaron más de cinco mil 300 millones de dólares a sus filiales en México en el primer semestre del año para que mantuvieran sus operaciones en medio de la pandemia.
Esas inyecciones de capital desde el exterior evitaron que la Inversión Extranjera Directa (IED) se derrumbara. Así, sumó 17 mil 969.3 millones de dólares, una cifra apenas 0.7 por ciento menor que la de la primera mitad del año pasado.
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En el primer semestre del año, las "cuentas entre compañías", que son los recursos que las matrices envían a sus filiales en el país, fue el único rubro de la IED que aumentó y lo hizo en casi seis mil por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Economía.
Ese crecimiento contrasta con la caída de 30 por ciento en el rubro de "nuevas inversiones" realizadas por extranjeros en México, y una contracción de la misma proporción en el monto de utilidades que los extranjeros reinvirtieron en el país.
Las nuevas inversiones disminuyeron y muchas filiales en México tienen problemas de liquidez y por eso no están reinvirtiendo sus utilidades, "lo que se ve es que las matrices están apoyando financieramente a sus empresas en México, porque su operación no da para que sean sustentables”, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) sobre las cifras de inversión que reportó el gobierno federal destaca que la inversión captada por concepto de "cuentas entre compañías" es la más alta para un primer semestre al menos desde 2007.
Este crecimiento explica el repunte en los flujos de capital extranjero hacia estados del Bajío, una región con presencia relevante de plantas manufactureras, principalmente del sector automotriz. Destaca un incremento de 233 por ciento en la IED hacia San Luis Potosí y que llevó a la entidad a colocarse entre las primeras cinco con mayor captación de capital foráneo.
BMW inauguró en 2019 su planta en San Luis Potosí, con una inversión de mil millones de dólares y este mes de agosto comenzó la producción del primer vehículo híbrido conectable: El BMW 330e.
De la Cruz indicó que la propia compañía pudo dar financiamiento a su planta en México para continuar la producción tras el cierre de fábricas por la pandemia.
Al igual que ocurrió en San Luis Potosí, estados del Bajío como Guanajuato y Querétaro mostraron crecimientos en la IED de 40.4 y 6.9 por ciento, en ese orden.
Aguascalientes fue el único en la región que presentó una disminución de 19.1 por ciento en la captación de recursos.
Para el director del IDIC, el incremento en los flujos de "cuentas entre compañías" resulta positivo porque envían una señal de que las matrices quieren seguir invirtiendo en México a pesar del entorno económico por el que atraviesa el país.
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