El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas advierte que el país registrará una tendencia de desaceleración, por lo que señala que es imprescindible que para sentar las bases de un mayor crecimiento sostenido se preserve la fortaleza de las finanzas públicas y se cumpla con las metas fiscales trazadas en el programa económico anunciado en diciembre pasado.
Tras sostener una primera reunión del año, los miembros del Comité Técnico del Indicador IMEF reconocieron que la información de coyuntura más reciente indica que la economía mexicana comenzó un proceso de desaceleración hacia fines del año pasado, el cual se espera continúe a lo largo del presente año.
En el documento se coincide en que una serie de eventos, tanto del entorno externo como interno, han elevado sustantivamente la incertidumbre sobre la economía nacional y que realizar pronósticos del crecimiento del PIB para 2019 se ha vuelto una tarea muy compleja.
Sin embargo, todos coincidieron en que el balance de riesgos para el crecimiento de la economía nacional es a la baja.
En cuanto al entorno internacional, se destacó que la economía mundial muestra indicios de desaceleración, si bien sigue creciendo a un ritmo moderado. En el centro de la preocupación está el desempeño económico de Estados Unidos, que, de acuerdo con algunos analistas, este año podría sufrir una fuerte desaceleración o incluso el comienzo de una recesión.
En prospectiva, uno de los factores de riesgo más relevantes sigue siendo las medidas proteccionistas implementadas en Estados Unidos y en China durante la guerra comercial iniciada el año pasado. Asimismo, sigue siendo fuente de preocupación Europa, por los efectos que tendría sobre la región el no llegar a un acuerdo razonable para la salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea.
En el ámbito nacional, se analizaron los principales indicadores económicos que se conocieron durante enero y se discutieron las perspectivas para la actividad económica del país durante el año en curso.
Al respecto, las cifras oportunas del PIB al cuarto trimestre del año pasado confirmaron la desaceleración ya referida. Se destacó que el componente del PIB que contribuyó a ese resultado fue el sector secundario, el cual incluye la minería (industria petrolera), la construcción y las manufacturas.
El sector terciario, que incluye los servicios y el comercio, siguió contribuyendo al crecimiento económico durante el periodo referido. Otros indicadores oportunos confirman la expectativa de que la desaceleración continuará, o podría incluso agravarse, al comienzo del año. Una mayor tasa de desempleo y la fuerte caída de la importación de bienes de capital a diciembre apuntan hacia una menor producción e inversión en la economía nacional.
Por último, los miembros del Comité manifestaron preocupación por la revisión a la baja de la calificación de Pemex por parte de Fitch y destacaron la relevancia de que el gobierno mexicano realice los esfuerzos necesarios y tome las medidas pertinentes para preservar el grado de inversión de la empresa productiva del Estado y elevar la confianza de los inversionistas.
Asimismo, se mencionó como factor central para sentar las bases de un mayor crecimiento sostenido, preservar la fortaleza de las finanzas públicas y cumplir con las metas fiscales trazadas en el programa económico anunciado en diciembre pasado.
INDUSTRIA
Las cifras oportunas del PIB al cuarto trimestre del año pasado confirmaron la desaceleración ya referida. Se destacó que el componente del PIB que contribuyó a ese resultado fue el sector secundario, el cual incluye la minería (industria petrolera), la construcción y las manufacturas.