El gobierno federal propuso poner un candado al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que cobra por cada litro de gasolina que se vende en el país, así como una cuota complementaria que provocaría un aumento directo al gravamen que pagan todos los mexicanos.
En términos jurídicos estrictos, se trata sin lugar a dudas de la creación de un nuevo impuesto, declaró Santiago Arroyo, director de Ursus Energy, al destacar que en el documento no se establecen reglas claras en la aplicación de este gravamen.
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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público integró en la Miscelánea Fiscal presentada el martes pasado al Congreso de la Unión una propuesta para establecer una “cuota complementaria” al IEPS que se aplica al combustible.
“De esta forma, se protegerá a las finanzas públicas en caso de variaciones a la baja de precios del crudo, referencias internacionales y tipo de cambio, permitiendo al Gobierno de México atender las necesidades de la población. Asimismo, en caso de variaciones al alza de precios del crudo, referencias internacionales y tipo de cambio, se continuará protegiendo el poder adquisitivo de los hogares mexicanos”, señala el documento.
Santiago Arroyo precisó que esta iniciativa implica que si bajan los precios internacionales de las gasolinas por algún tema de caída de demanda, en México, el precio al público seguirá estable por el tema de recaudación, lo que obviamente tendrá una serie de repercusiones sociales, por ser un impuesto al consumo que pagan todos.
Señaló que en el momento que existan desbalances en el mercado, como los vistos en marzo-abril, el país seguirá teniendo gasolinas caras, porque la Secretaría de Hacienda tampoco establece hasta qué punto va a aumentar este impuesto.
La autoridad “no señala si va a ser un monto igual, si va a ser la mitad, si van a ser las dos terceras partes o una quinta parte. No lo señala y podemos asumir, bajo el principio de proporcionalidad tributaria que nos podrían aplicar otro tanto igual, es decir, otros 4.95 pesos, por ejemplo, para la gasolina regular, lo que elevaría el IEPS en alrededor de 10 pesos”, apuntó.
El analista financiero advirtió que más allá del efecto que esto tenga en el tema macroeconómico, el principal impacto se tendrá en la economía doméstica, que es la más sensible.
Lo más seguro es que en la primera semana de enero van a aplicar un complementoSantiago Arroyo / Director de Ursus Energy
“En la economía doméstica vamos a tener un problema gigantesco, porque al existir una tributación adicional, obviamente, los insumos, productos y servicios que se mueven con gasolina y diésel se verán impactados en sus precios y, ante una contracción económica como la que estamos viendo actualmente, tendrá un efecto durísimo para el bolsillo de los mexicanos”, advirtió.
Santiago Arroyo subrayó que el documento enviado al Congreso de la Unión no establece ninguna clase de reglas o criterios de aplicación, sólo se habla de desbalances de los mercados internacionales, por lo que no queda bien establecido el criterio de aplicación de este complemento y podría caer en el terreno de lo discrecional.
Tampoco, añade, se habla de “topes”, es decir, no señalan “cuánto nos van a complementar”, pero de acuerdo con el principio de proporcionalidad tributaria, podría ser un monto igual, similar o menor a la que ya tenemos actualmente, apuntó Arroyo al confiar “que no puedan clavarnos más de esos 4.95 pesos”.
El especialista de destacó que la argucia que emplea el gobierno es que no habla de incrementar ni crear un nuevo impuesto, sino “de complementar”. Y esta cuota complementaria, es la contraparte de un incentivo, señaló Santiago Arroyo.
“Lo más seguro es que en la primera semana de enero van a aplicar un complemento”, previó Arroyo, quien no descartó la posibilidad de que los agentes económicos y del sector puedan impugnar este impuesto, debido a que la utilidad pública de tener mayores recursos se antepone al desarrollo integral de las personas, de las empresas y a una calidad financiera.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no incrementar ni crear nuevos impuestos en los primeros tres años de gobierno, pero en la exposición de motivos del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 se advierte la posibilidad de aplicar “cuotas complementarias en el esquema tributario del IEPS aplicable a los combustibles automotrices”, como un instrumento contracíclico para fortalecer las finanzas públicas.
El especialista explicó que el IEPS, al ser un impuesto al consumo, cayó su recaudación por el cierre económico de la pandemia y, por ende, el gobierno dejó de ingresar dinero por las bajas ventas.
“Se cae la demanda, se cae el consumo y obviamente la recaudación se vio impactada”, indicó el analista al precisar que entre marzo-abril se registraron precios de hasta 11.90 pesos; de los cuales, cinco pesos corresponde al Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS), pero aclaró que los precios ya no bajarán, debido a la cuota complementaria.