El Fondo de Pensiones para el Bienestar no representa un riesgo para las finanzas públicas del país y por ende, tampoco para la calificación soberana, aseguró Pedro Latapí, director general de la agencia HR Ratings.
“Por la manera en que se hizo y cómo se va a fondear, directamente no hay una partida tan relevante en finanzas públicas o presupuesto de egresos que implique un financiamiento adicional”, comentó en entrevista con El Sol de México.
El Fondo de Pensiones para el Bienestar es un mecanismo para que las personas que están bajo el régimen de la Ley del Seguro Social de 1997 o del ISSSTE DE 2007 puedan acceder a una pensión de aproximadamente 16 mil 777 pesos.
Los recursos provendrán del cobro de adeudos en dependencias o entidades públicas, aportaciones federales, al igual que de cuentas inactivas de las Afores, aquellas que tienen más de 10 años sin una operación o no han sido reclamadas por sus titulares.
Estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) apuntan a que dicho fondo tendrá un costo de 130 mil millones de pesos, mientras que los saldos en las cuentas de las Afores que se tomarán oscilan entre 200 y 300 pesos.
A inicios de mes, Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aseguró que dicho fondo de pensiones tendrá una vida útil de entre ocho y 10 años, y no será para todos los trabajadores.
De acuerdo con el funcionario, este mecanismo se creó con el objetivo de igualar el monto de las pensiones de los jubilados del esquema contributivo de 1997, pues se espera que los recursos que reciban sean muy bajos respecto a otros trabajadores.
“Todavía no consideramos que (el fondo) pudiera impactar, o tenga un efecto tan significativo, sobre la trayectoria del endeudamiento. Cuando se cambian las calificaciones es porque hay un cambio claro de tendencia en la deuda. En este caso, no lo vemos así”, subrayó Latapí.
El directivo expuso que este tipo de movimientos lo realizaron recientemente con las calificaciones soberanas de Canadá, Costa Rica y Perú, en donde hubo un cambio de apoyos y programas sociales que, bajo los cálculos de HR Ratings, se traducirán en déficit sostenido y creciente durante los próximos años.
Para Pedro Latapí, una de las fortalezas del país es la estabilidad macroeconómica y fiscal, algo que incluso predominó durante todo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bajo este escenario, expresó que la siguiente administración tendrá una transición ordenada y por ahora, no hay focos rojos o alertas que signifiquen un riesgo para la actividad económica de México.
Sin embargo, aseguró que la calificadora estará atenta a las propuestas del nuevo gobierno, sobre todo al presentar el Paquete Económico o plan de desarrollo sexenal hacia finales de 2024, pues marcarán la ruta de la futura administración federal.
La agencia mantiene una calificación soberana para México en un nivel de ‘BBB+’, con perspectiva estable, lo que significa que el país puede acceder a financiamiento barato
A esto se suman las decisiones de política respecto a la deuda y posibles apoyos financieros a Petróleos Mexicanos (Pemex), una de las empresas estatales más respaldadas durante el sexenio del presidente López Obrador.
Por otro lado, el director general de HR Ratings añadió también que se deberá analizar la composición de las gubernaturas al interior del país y cómo los funcionarios estatales responden al poder Ejecutivo.
“Tanto nosotros, como los mercados en general, más que alertas estamos esperando, realmente es complicado traducir los discursos políticos a un panorama económico muy claro”, puntualizó Latapí.
En 2024, HR Ratings prevé que la economía mexicana crezca a un nivel de 2.5 por ciento, mientras que para 2025 espera un repunte de apenas dos por ciento.
De acuerdo con la agencia, la actividad económica del 2023 estuvo respaldada por un sólido mercado laboral, con ganancias reales en los salarios.
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Actualmente, la agencia de riesgo crediticio tiene una calificación soberana para México en un nivel de ‘BBB+’, con perspectiva estable, lo que significa que el país puede acceder a financiamiento internacional con buenas condiciones, como bajas tasas de interés o plazos preferenciales.
“Aun con el déficit de este último año, realmente la trayectoria de largo plazo no tiene todavía un cambio material o fundamental. No vemos todavía una presión estructural que nos pueda llamar la atención”, concluyó Pedro Latapí.