De acuerdo a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el costo laboral de los recientes incrementos de los salarios mínimos es sumamente bajo y no impacta en la inflación. Para 2022 se otorgó un aumento de 22 por ciento en ambas zonas, mientras que el costo laboral fue de 1.8 por ciento en la Zona Libre de la Frontera Norte y de 1.2 por ciento en el resto del país.
La Dirección Técnica de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), presentó al Consejo de Representantes el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Economía del mes de septiembre, en el que se incluye un análisis del costo laboral de los incrementos de los salarios mínimos negociados en años previos.
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En el informe que se demuestra que éste ha sido mínimo para las empresas y por ende su impacto en la inflación sumamente reducido.
Se explica que una forma de medir el costo laboral de los incrementos del salario mínimo es mediante la masa salarial adicional que se requiere para llevar a quienes ganan menos de los nuevos salarios mínimos hasta este nivel, como proporción de la masa salarial pagada en el mercado laboral formal.
Para este análisis se utilizan datos públicos del Instituto Mexicano del Seguro Social a diciembre del año previo de vigencia de los nuevos salarios mínimos.
Por ejemplo, una persona trabajadora que en diciembre de 2021 ganaba 150 pesos diarios, requirió de 22.87 pesos adicionales para llegar al nuevo salario mínimo de 172.87 pesos diarios que entró en vigor en enero de 2022.
Esos 22.87 pesos representan el 15.2 por ciento del salario que se le pagaba. Mediante la aplicación de este procedimiento es posible estimar el costo para el mercado laboral formal.
El estudio refiere que en 2019, bajo la nueva política de salarios mínimos, se creó la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) con un incremento del 100 por ciento para pasar a 176.72 pesos diarios. En el resto del país el aumento fue de 16.2 por ciento, para alcanzar los 102.68 pesos diarios.
Para la ZLFN el costo laboral de este incremento fue de 3.88 por ciento, mientras que para el resto del país fue de solo 0.12 por ciento.
En el año 2020 el incremento fue de cinco por ciento en la ZLFN para ubicarse el salario mínimo en 185.56 pesos diarios y de 20 por ciento en el resto del país para llegar a 123.22 pesos diarios. El costo laboral fue de 0.01 por ciento y 0.39 por ciento para cada zona, respectivamente.
Para el 2021, en el contexto de la pandemia de Covid-19, el aumento fue de 15 por ciento en ambas zonas y quedó el salario en 213.34 pesos diarios en la ZLFN y de 172.87 pesos diarios en el resto de la República.
En 2022, el incremento fue de 22 por ciento en ambas zonas. Las percepciones diarias quedaron en 260.34 pesos en la ZLFN y de 172.87 pesos en el resto del país. El costo laboral fue de 1.8 por ciento en la ZLFN y de 1.2 por ciento en las demás entidades federativas.
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Es por esto que la Conasami considera que dado el bajo costo para las empresas que tiene el incremento del salario mínimo, el impacto que éste puede tener en la inflación es mínimo.