La inflación interanual en México se desaceleró más de lo esperado hacia la primera quincena de enero, ante el efecto positivo de la comparación con igual periodo de 2017, cuando se dispararon los precios de las gasolinas, informó el INEGI.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 5.51%, por debajo del 6.85% de la segunda quincena de diciembre.
La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina artículos de alta volatilidad, registró una tasa interanual del 4.63%, también menor a la esperada.
El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, anticipó a inicios del año una menor inflación en enero, aunque advirtió que hay factores de riesgo que podrían incidir en los precios y, por tanto, llevar a una nueva alza de la tasa de interés.
En diciembre, el banco central elevó la tasa de referencia a 7.25% desde el 7% vigente desde junio, a fin de contener una inflación que el año pasado cerró en máximos de casi 17 años.
En la primera quincena de enero, la inflación general fue de 0.24%, mientras que la subyacente se ubicó en 0.17%, según el INEGI.
El avance en los precios estuvo impulsado principalmente por el incremento en los valores del gas doméstico, la gasolina, los plátanos y la papa. En su más reciente decisión de política monetaria, la Junta de Gobierno del banco central dijo que la convergencia de la inflación interanual al objetivo de 3.0% sería más lenta de lo que había anticipado originalmente, por lo que prevé alcanzará niveles cercanos a la meta a fines de 2018.