El director general del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, aseguró que el organismo no necesita más reformas o modificaciones generales a sus estatutos, dadas las condiciones financieras que alcanzó bajo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Todos los cambios que hicimos tienen un mecanismo de control. En las condiciones actuales, no hay necesidad de moverle a nada, hay ingresos suficientes para seguir prestando”, aseguró el directivo en conferencia de prensa.
De acuerdo con Martínez Velázquez, al inicio del sexenio del presidente López Obrador se recibió un Infonavit “pequeño” y con malas prácticas, entre ellas la construcción de viviendas en zonas alejadas o sin planeación y que posteriormente quedaron abandonadas.
Los cambios hechos durante su administración consistieron en el saneamiento de carteras, conclusión de créditos de trabajadores, incremento de cobranza patronal, además del diseño de nuevos productos o esquemas de financiamiento.
Al respecto, detalló que tan sólo al cierre de agosto de 2024 la colocación de créditos alcanzó su nivel más alto para un mismo periodo desde 2015 con 368 mil 865 hipotecas.
Según el directivo del organismo, esto también fue consecuencia de una menor burocracia para adquirir un financiamiento, eliminación de cuotas de administración y la baja en la tasa de interés.
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“Hoy tenemos un Infonavit mucho más complejo que hace años. Recibimos un instituto pequeño, pero a la larga se fortaleció y también se redujeron costos operativos”, precisó Martínez Velázquez.
De cara a la entrada del nuevo gobierno federal, explicó que en los últimos meses el Infonavit trabajó con gobiernos estatales para conocer los espacios en donde se pueden construir viviendas y así impulsar los planes de desarrollo social de la próxima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
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Agregó que esto también se hizo con el fin de tener un inventario en caso de que se apruebe la reforma a la Ley del Infonavit propuesta por el presidente López Obrador, que permitiría a los trabajadores rentar una vivienda y comprarla después de 10 años.
La idea, puntualizó Martínez Velázquez, es tener un modelo de vivienda social que permita a los mexicanos vivir en zonas céntricas, con servicios aledaños y a un bajo costo.