La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) tiene contabilizadas unas cinco mil empresas del ramo que están listas para reiniciar operaciones a partir de la próxima semana luego del confinamiento por la crisis del coronavirus Covid-19.
Eduardo Ramírez, presidente del organismo, dijo a El Sol de México que en cuanto a personal el sector está entre el 60 y 70% de su capacidad para retomar actividades, esto luego del cierre de más de tres mil empresas y el despido de miles de trabajadores entre abril y los primeros días de mayo.
Respecto a por qué la industria iniciaría hasta la siguiente semana y no ésta, el directivo dijo que las empresas deben asegurarse primero de trasmitir a sus empleados el protocolo para el regreso seguro y de establecer mecanismos para el traslado seguro de trabajadores a las obras tanto en espacios abiertos como cerrados.
Ramírez destacó que sólo en el sector público en marzo había mil 800 obras contratadas por el gobierno federal, de las cuales 80 por ciento ha permanecido parada por no ser consideradas esenciales.
Pese a la decisión del Consejo de Salubridad General de considerar a la construcción como actividad esencial, Ramírez apuntó que la industria enfrenta un panorama complicado, con poca inversión pública y privada, así como una dispersión inequitativa por parte del gobierno federal para grandes proyectos.
En ese sentido, hizo un llamado al gobierno para generar nuevas políticas publicas que estén enfocadas a impulsar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.
“Después de ver lo que han sufrido estas empresas se tendría que cambiar la forma de apoyarlas, pero no esperar a que haya una contingencia. Con esto nos dimos cuenta de la falta de financiamiento y de apoyos para estas unidades de negocio”, comentó.
El presidente de la CMIC consideró que debe haber una reorientación al gasto para dispersar de manera más democrática los recursos públicos ya que, dijo, estos se concentran en pocos estados y no llegan a todas las empresas.
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