México mantiene un bajo consumo de leche de 132 litros anuales por habitante, lo que representa un déficit de 50 litros respecto a los 180 recomendados por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), indicó el presidente de la Canilac, Miguel Ángel García Paredes.
Al dar a conocer los detalle del Segundo Foro Internacional sobre la Leche y la Salud, a celebrarse los días 9 y 10 de octubre en la Facultad de Medicina de la UNAM, detalló que cada mexicano consume 132 litros de lácteo o equivalente, es decir, leche fluida y condensada, quesos, cremas y yogurt, entre otros.
“De ahí que la cadena productiva del país, desde los productores primarios y hasta la industria, tiene un gran reto porque es un alimento extraordinariamente completo (en nutrientes)”, expuso el titular de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilac).
García Paredes señaló que México consume menor cantidad de leche en comparación con Argentina, Uruguay y Costa Rica, donde es igual o mayor a lo recomendado por la FAO, esto es porque se carece de una producción autosuficiente.
Solo el sector primario mexicano genera 11.5 miles de millones de litros de leche anuales y el consumidor absorbe unos 15 mil millones de litros de leche equivalentes, lo cual arroja un déficit de al menos cuatro mil millones.
Explicó que la pérdida anual es porque son exportados mil millones de litros del líquido o equivalentes a otros países, sobre todo a Estados Unidos y Centroamérica.
“Tenemos que impulsar la producción primaria, al combinar la situación sobre que tenemos épocas de producción estacional y esto provoca presiones a la balanza entre la oferta y la demanda”, resaltó. Dijo que la industria lechera debe tener la habilidad para dar a conocer “las tremendas bondades de la leche”, en comparación con otros productos con los que compite. “No hay punto de comparación con cualquiera, incluso con la bebidas vegetales”, insistió.
Por su parte, la doctora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), María del Pilar Milke, aseveró que la leche es un alimento que, a pesar de ser líquido, contiene 13 por ciento de sólidos y el resto es agua.
De manera que posee proteínas, lípidos, carbohidratos, minerales y vitaminas que, en conjunto, representan una alternativa para la salud del consumidor final, precisó en rueda de prensa.