La agencia Moody’s recortó la calificación de México a ‘Baa2’, desde ‘Baa1, y modificó la perspectiva a ‘estable’, desde ‘negativa’, debido a que se prevé un mayor deterioro económico y fiscal.
Con este movimiento, el país está a dos escalones de perder el grado de inversión por parte de Moody’s, lo que significa que se corre el riesgo de obtener financiamientos soberanos más caros o en condiciones más apretadas.
Puedes leer también: SAT nunca pidió constancia de situación fiscal a los trabajadores, fueron las empresas: Buenrostro
El ajuste por parte de Moody’s se da dos días después de que S&P Global Ratings ratificó la nota del país en ‘BBB’ y ‘BBB+’, y asignó una perspectiva ‘estable’, desde ‘negativa’.
“Moody's espera que la actividad económica continúe siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales, factores que impedirán revertir el impacto que la pandemia tuvo sobre la actividad económica”, dijo la calificadora en un reporte emitido la tarde del viernes.
Al respecto, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, aseguró que México está entre los principales países emergentes con grado de inversión, y recordó que Moody’s era la calificadora que tenía al país en el nivel de calificación más alto.
“De las siete agencias que nos han evaluado, seis nos ratificaron y siete mantienen una perspectiva estable. Para ponerlos en perspectiva, Fitch nos tiene un nivel arriba y S&P dos niveles arriba”, comentó el funcionario en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con el reporte de Moody’s, si bien es cierto que el manejo fiscal dio lugar a un incremento moderado del nivel de deuda del gobierno, la carga de intereses ha sido consistentemente mayor que la de otros países con la misma calificación.
Además, esta carga de intereses podría ser mayor en la medida que continúen las alzas en las tasas de interés de los bancos centrales.
A futuro, detalló, la fortaleza fiscal de México será afectada por una mayor rigidez del gasto público, asociada a la decisión del gobierno de mantener apoyos a empresas como Pemex o los aumentos en el gasto a pensiones, y por los bajos niveles de colchones financieros.
“Aunque el gobierno ha compensado el aumento de estos rubros de gastos mediante austeridad en salarios públicos y la ejecución de gastos en bienes y servicios, y con el agotamiento de los fondos de estabilización y recursos de fideicomisos, Moody's considera que estas medidas serán cada vez menos efectivas para evitar un deterioro de las cuentas fiscales”, subrayó la calificadora.
Moody’s estima que solo por apoyos gubernamentales a Pemex se destinarán entre uno y cinco puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) del país de manera anual.
Gobierno mantendrá estabilidad macroeconómica
La agencia calificadora explicó que la modificación en la perspectiva del país fue porque, bajo los escenarios de debilidad fiscal y presiones financieras, se prevé que el gobierno tratará de mantener una estabilidad macroeconómica en lo que resta del sexenio actual.
Los escenarios de Moody’s incorporan también una debilidad en la inversión y que el país tendrá un crecimiento promedio de dos por ciento entre 2022 y 2024.
“El aumento de la incertidumbre regulatoria que ha afectado al entorno corporativo debido a las políticas del gobierno, incluyendo la propuesta de reforma del sector energético ya descartada, hace poco probable que se llegue a registrar un cambio significativo en las tendencias actuales de inversión”, concluyó la calificadora.